Una frase se repite últimamente sobre la conservación de la naturaleza y el enorme aumento de políticas y acciones encaminadas a su conservación: “Si todo el mundo está trabajando para salvar el planeta, ¿quién se lo está cargando?”. Tras esta frase con cierta ironía, se esconde que pese a ese incremento en las acciones para salvar el medio ambiente, este sigue degradándose.

Que cunda el optimismo

Bien, ahora una noticia parece desmentir esa idea y lanzar un guiño optimista a la cuestión. La capa de ozono de la Antártida presenta signos de recuperación. Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston han presentado en Science las últimas conclusiones de las mediciones que desde el final del pasado siglo se realizan de la atmósfera del Polo Sur. Estos análisis, que combinan observaciones por globos y satélites con avanzados simuladores matemáticos, han concluido que la capa de ozono se ha recuperado en cuatro millones de metros cuadrados, de los 25 millones de metros cuadrados de agujero que se midieron en el año 2000, restableciendo una superficie equivalente a ocho veces la extensión de España en esta esencial barrera contra las radiaciones ultravioleta del Sol.

Sin CFC

Según los investigadores, la mejora se debe a la entrada en vigor hace diez años de los Protocolos de Montreal. Estos acuerdos, firmados en 1987, establecían la prohibición paulatina de los gases clorofluorcarbonados (CFC) presentes en aerosoles, refrigerantes y productos de limpieza, responsables de la erosión de la capa de ozono. Los científicos aseguran que esta prohibición es la responsable de la tendencia a la disminución de la brecha en la capa, y que el preocupante récord de extensión en el agujero del pasado 2015 fue un hecho puntual debido a la erupción del volcán Calbuco en el sur de Chile. Por ello, los expertos del MIT se permiten ser optimistas, como la geóloga Susan Salomon, pionera en el estudio de la atmosfera antártica desde hace más de 30 años. “Ahora podemos confiar en que las decisiones que hemos tomado han puesto al planeta en el camino de la curación, afirma exultante. “Tenemos que tomar nota de la capacidad que tenemos los humanos, cuando actuamos todos juntos. Decidimos eliminar esas partículas y ahora el planeta está respondiendo”, concluye.