A principios de esta semana, En Marea presentó una petición ante la Comisión de Justicia con dos exigencias muy claras: conseguir que se investiguen las actividades presuntamente ilícitas que estarían desarrollando la Fundación Francisco Franco y que el Gobierno aclare cuánto dinero se le da a esta fundación como subvenciones.

De momento, el Gobierno ha preferido seguir guardando silencio y no arrojar luz sobre el apoyo económico que se le otorga a una organización cuyo objetivo es, literalmente, “difundir el conocimiento de la figura de Francisco Franco en todas sus dimensiones, así como de los logros llevados a cabo por su Régimen”. Aun así, la iniciativa de En Marea sí ha tenido respuesta, la de la propia Fundación Nacional Francisco Franco.

Paradójicamente, lo que ha molestado a esta fundación no es que se les señale por poder estar desarrollando actividades ilícitas, sino que se compare al dictador español Francisco Franco con el alemán Adolf Hitler.

Según explicó el portavoz del Grupo Parlamentario de En Marea, Antón Gómez-Reino, "sería inverosímil pensar que en Alemania existiese una Fundación Adolf Hitler o en Italia una Fundación Benito Mussolini y que, además, recibiesen subvenciones de fondos públicos” y es este el detalle que hace que los franquistas se remuevan en sus asuntos.

Al más puro estilo del periodista cavernario Sostres, que llegó a afirmar que mientras Alemania tenía que pasar vergüenza al recordar a Hitler, España le debía la actual democracia a Franco; la fundación que trabaja por recordar al Caudillo no ha dudado en asegurar que “comparar a Hitler con Francisco Franco es un ejercicio de manipulación en estado puro, es como comparar a Atila con Felipe II. Comparaciones tan alejadas de la realidad que descalifican a quien las propone”.

Dentro de su versión de la historia de España, para la Fundación Francisco Franco, el dictador español “fue la antítesis de Hitler. Franco fue un católico ejemplar, y su visión del mundo era la de un conservador tradicionalista, en tanto que Hitler era ateo y su visión del mundo era la de un imperialista: la dominación germánica sobre los supuestos pueblos inferiores”.

Y después de tirar de religión no han dudado en vender a Franco como una especie de protector de los Derechos Humanos y de la integración. Según explican en un comunicado, gracias a Franco, España se convirtió “en el único país europeo que tuvo una política activa de protección y acogida para con los judíos que huían de la persecución de Hitler”

Franco intento minimizar daños en la Guerra Civil

Pero, lamentablemente, este comunicado con el que pretenden desmentir a En Marea da mucho más de sí. Después de que su vicepresidente, Alonso García, afirmara que "el Régimen de Franco sólo mató a 23.000 personas y no fue por capricho", olvidando que los fallecidos fueron muchos más y que todavía hay 100.000 personas desaparecidas, la Fundación Francisco Franco mantiene que el dictador “ganó la Guerra Civil practicando una estrategia de minimización de daños, por lo que las pérdidas humanas en combate fueron muy inferiores de lo esperable en un conflicto de tal envergadura” mientras que Hitler “desangró Alemania”.

Y aunque se sienten profundamente ofendidos cuando se compara a Franco con Hitler, ellos hacen lo mismo aunque desde su particular visión.

Franco el pacificador

Olvidándose de que la Guerra Civil Española duró tres largos años y se sumó a décadas de dictadura y represión hasta la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, esta fundación ha vuelto a definir al dictador como un hombre de paz.

Franco llevó a España a las más altas cotas de paz, reconciliación y desarrollo de su historia, en tanto que Hitler hundió a Alemania en la derrota y la división territorial”, mantienen en su comunicado porque “Francisco Franco salvó a España de caer bajo la órbita soviética ganando una guerra que la Iglesia definió como Cruzada”.

Es más, Franco “reconcilió a una población antes enfrentada por el odio marxista a la fe Católica” e incluso hizo que España dejara de ser un “país subdesarrollo económico llevándola hasta el noveno lugar entre las potencias mundiales”. 

Entonces, ¿quién se parece a Hitler?

Lo tienen claro, si se puede comparar un periodo de la historia con lo que se vivió con Hitler, esa etapa en la II República. “Ésta sí, similar en crueldad y sadismo a la que practicó Hitler con los judíos”, aseguran.

Por todo ello, la Fundación Francisco Franco se ha atrevido a animar a cada ayuntamiento, pueblo o ciudad a incumplir la Ley de Memoria Histórica poniendo nuevas calles y monumentos en honor al dictador.

“Francisco Franco no sólo merece tener a su nombre una fundación que defienda su inmensa obra política, económica y social, sino que merece una plaza o avenida en cada ciudad y pueblo; merece colegios, aeropuertos, universidades y hospitales; centros de investigación, acuartelamientos militares y hasta un Tercio de la Legión a su nombre”.