Muchas líneas se han escrito estos días sobre Bartomeu Cursach, el empresario del ocio mallorquín que ha sido encarcelado por el Juez Manuel Penalva por su presunta relación con multitud de casos de corrupción, entre otras acusaciones como el presunto homicidio de ex empleandos. Lo que llama la atención es su especial relación con algunos políticos populares que antes o después de tener relación empresarial con él han ostentado un cargo relacionado con el deporte.

Veamos el caso de Fernando Gilet fue uno de los primeros responsables del Gimnasio Mega Sport Center propiedad del empresario y, más tarde fue concejal de  Cultura y Deportes durante la legislatura de Mateo Isern,  legislatura en la que coincidió con Álvaro Gijón, en el equipo de gobierno municipal pupular del Ayuntamiento de Palma.

El pasado mes de enero, el Diario de Mallorca ya publicaba un auto del juez Penalva, para para justificar el ingreso en prisión de tres de los detenidos por una operación contra la corrupción, apunta al ex concejal Fernando Gilet como el responsable de cambios organizativos que facilitaron algunas de las irregularidades investigadas en este caso, que afecta al área de deportes del Ayuntamiento de Palma.

La conclusión del juez se basa tanto en el informe auditor que han realizado peritos externos contratados por el IME, como testigos relacionados con esta área municipal. El fiscal Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán, junto al juez, calcula que el perjuicio económico que ha sufrido la administración municipal a través de la gestión de la concesionaria alcanza alrededor de un millón de euros. El actual gerente del IME ha denunciado que la empresa Roig ha recibido un trato de favor en el área de deportes y ello gracias a la intermediación, entre otros, de Alberto Serna, jefe del área de mantenimiento. Se da la circunstancia, según destaca el juez, que Antonio Serna (jefe de mantenimiento) y Roig son amigos entre ellos y a la vez los dos también lo son del diputado autonómico Álvaro Gijón.

Fue precisamente una orden de Ramis, "así como del concejal presidente del IME, Fernando Gilet", la que permitió un cambio en el sistema de funcionamiento interno del Instituto Municipal de Deportes. El juez explica que el jefe del área de mantenimiento no solo controlaba la dinámica diaria de todos los pabellones deportivos, sino que nadie ejercía ningún control sobre él. Los investigadores han detectado todo tipo de irregularidades contables. El juez interpreta que se trataba de una maniobra que le permitía a Roig inflar las facturas en unos porcentajes que iban desde el 50% al 178%, según destaca el juez Penalva. El concejal del PP Fernando Gilet renunció en octubre de 2015  a su acta de regidor en esta legislatura "por motivos profesionales".

Mateo Cañellas, exconseller de Deportes y Juventut de Unió Mallorquina, quien un tiempo después de ser cesado en su cargo político, pasó a trabajar en empresas del grupo del empresario ahora encarcelado.

Pero el juez Penalva no se queda en estos políticos en su auto, también se cita al ex presidente y ex ministro de Aznar, Jaume Matas, quien mantenía una relación “muy fluida” con los responsables de la compañía de Cursach.; el actual diputado popular y regidor del Ayuntamiento de Palma, Álvaro Gijón, el exalcalde popular de Calvià, Carlos Delgado y con el exdelegado del Gobierno y  expresidente de la junta del PP de Palma, José María Rodríguez; al exdiputado y exconcejal Popular, Carlos Veramendi,  todos ellos son citados como personas que favorecían la empresa del empresario ahora en prisión y casi todos ellos ha sido o son usurarios de las instalaciones del gimnasio del empresario.