¿Quién es ahora el protector de Mariano Rajoy? Pues Albert Rivera, un don nadie que, gracias a José María Aznar -éste en su plenitud, enamorado de Bush y de una guerra-, le hizo un hombrecito. José, como le llama la exalcaldesa de Madrid, le llevaba a distraerse con FAES, ese juguete del líder, que pagaba, y aún ahora, millones con el dinero público de las subvenciones. Rajoy, en aquellos tiempos, era poco conocido por la ciudadanía. Aznar quiso convertirle en Rey y señalar así a su mejor sucesor.

Falsedades por doquier. El odio de Aznar se acumuló, no se sabe cómo, contra Marianito. Rivera se dedicó entonces a mantener su partidito contra Cataluña, y es de los que juega sin más interés que acercarse al poder. Había puesto a parir al PP por la cuestión de fondo, que sigue siendo la corrupción. Pero cuando observó que, en efecto, podría aliarse con los populares, Rivera, como siempre optó por situarse al sol que más calienta.

Va exhibiendo su giro centrista, pero silencia sus numerosos movimientos anteriores

Rivera tiene una anterior carrera política, orientada de cuando en cuando, hacia la extrema derecha. En la actualidad, va exhibiendo su giro centrista. Pero silencia sus numerosos movimientos anteriores, que en ocasiones explicaba en el programa de Intereconomía, El Gato al Agua. Recordemos algunos nombres de quienes ayudaron entonces a Rivera: el Cardenal Rouco Valera, Federico Jiménez Losantos, Pedro Jota y, también, Esperanza Aguirre, enemiga evidente de Rajoy.

Y ahora resulta que Rivera se nos presenta como el redentor de España. ¡Rivera, número uno! ¡Y Juan Carlos Girauta, su portavoz en el Congreso! ¿Pero quién es el tal Girauta, ahora portavoz del partido de los Ciudadanos? Pues es un todo/todo: Abogado, periodista, consultor de empresas, político y escritor español. ¿Se puede estar en todo a la vez y no estar loco, como diría el maravilloso Machín? Lo cierto es que Rivera mantiene a su lado a Girauta, al parecer, amigo de Pío Moa, quien le prologó un libro destinado a hacer feliz al facherío, Girauta colaboró también en el periódico Libertad Digital.

Todo un ámbito que confirma que Albert Rivera es un político que viene del franquismo. Y de ahí, al PP y a Mariano Rajoy. O sea, más o menos, sus orígenes son un cóctel mezcla de la extrema derecha, con unas buenas dosis de corruptos a granel.