El Banco Central Europeo (BCE) ha dado un paso importante en la lucha contra el fraude y la evasión fiscal en la Eurozona. Los billetes de 500 euros tienen sus días contados. Desde que llegara el euro en 2002, son demasiados los casos de corrupción, transacciones ilícitas y demás acciones con sombras que se han ligado a este tipo de billetes.

Por eso, el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) aplauden la medida pero con temor. Según han advertido este miércoles, si esta retirada de la circulación se produce tal y como está prevista: sin límites en las cantidades ni en el tiempo, todo se puede convertir en una especie de amnistía fiscal de los 32.400 millones que hay en España en billetes de 500.

El dinero del blanqueo

Aunque el BCE dejará de imprimir estos billetes, se permitirá su circulación y pagar con ellos. Esto es lo que teme GESTHA, que al poder seguir usándose, se compren bienes para ir blanqueando los billetes de 500 euros que se tengan siendo dinero negro. Así lo ha explicado José María Mollinedo, presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda, a ELPLURAL.COM.

“Cuando se introdujo en enero de 2002 el euro, hubo un periodo de convivencia con la peseta, pero a partir de julio de 2002, quien tuviera pesetas las tenía que ingresar en su cuenta bancaria”, con lo que ya se sabía quién y cuanto se ingresaba. En caso de una investigación, si fueran pesetas procedentes de la evasión, quedaban registradas.

Para Mollinedo, la forma en la que se van a ir retirando los billetes de 500 euros “es una forma más libre porque no se obliga su ingreso en cuentas bancarias”. Es decir, el dinero se va a poder canjear comprando con él en un establecimiento. “Como no hay limitación temporal, cualquier persona podrá comprar un inmueble, un viaje, un producto…”, lo que sea y hacer desaparecer sus billetes de 500 euros que, pueden ser dinero negro. “Este dinero merece ser investigado”, piden desde GESTHA.

En España… 32.398,6 millones de euros en billetes de 500

La medida aprobada por el BCE tiene especial impacto en España, donde, según datos a marzo de 2016, se acumulan 32.398,6 millones de euros en billetes de 500. Nada más y nada menos que el 77,4% del dinero en circulación.

Para GESTHA “es ilógico que un billete que no se utiliza en las transacciones comerciales habituales de los ciudadanos” y que de hecho “la mayoría de los españoles no ha visto uno en estos 14 años” tenga una tasa de penetración tan elevada. En otras palabras: esta realidad “denota que su utilización ha estado ligada a actividades opacas que escapan del control de la Justicia y de Hacienda”.

Por poner algunos ejemplos, recuerdan: los 25 millones en billetes de 500 incautados al clan de los Miami, los 10 millones escondidos en el falso tabique de la vivienda del proveedor de los sellos de Forum y Afinsa o las cantidades movilizadas en los casos más mediáticos de corrupción política como “las bolsas de la operación Malaya, los viajes a Andorra con maletines con billetes de 500 del hijo de un ex presidente, etc”, recuerda Mollinedo.

También en la burbuja inmoviliaria

Los billetes de 500 vivieron su momento álgido en España entre 2005 y 2007, coincidiendo con el cénit de la burbuja inmobiliaria, cuando llegaron a suponer la cuarta parte del total de los que se movían por toda la Eurozona.

Eso explica que al iniciarse la crisis inmobiliaria disminuyera su uso hasta suponer actualmente el 10,9% de los billetes grandes de toda la Zona Euro. No obstante, su peso en el total del dinero en circulación en nuestro país no ha parado de crecer en los años de recesión, un crecimiento que ha ido en paralelo al incremento de la economía sumergida que ha escalado al 24,6% del PIB de España.

Medidas adicionales de refuerzo

Para evitar que se pueda producir esta amnistía fiscal el colectivo propone que la retirada se acompañe de una serie de medidas de refuerzo de control tributario que evite la impunidad de los evasores fiscales.

  1. Retomar e intensificar las investigaciones sobre las grandes cantidades de dinero retiradas a partir de 2010 de las oficinas bancarias.
  2. Bajar el límite para los pagos en efectivo de los 2.500 euros actuales hasta 1.000 euros, que además ha sido una de las reivindicaciones principales de los Técnicos en los últimos años.
  3. Ampliar la definición de "dinero en efectivo" que recoge el actual Reglamento relativo a los controles de entrada y salida de dinero en efectivo dentro de la Comunidad Europea y que data del año 2005.