La entrevista en El Cascabel al concejal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Percival Manglano, de la noche del miércoles en 13 TV se convirtió en un monográfico contra Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid. El edil popular contó con una especie de alfombra roja en la cadena de los obispos para lanzar encendidas soflamas contra el “sectarismo” de la alcaldesa de Madrid que pretende imponer su ideología.

Las "milongas" de Antonio Jiménez...
El cambio del callejero en Madrid fue una de las excusas para atizar a Manuela Carmena. Todos, salvo Carmelo Encinas, la cuota progre con la que el programa disimula su veta reaccionaria, lo tenían claro: eliminar el callejero franquista de la capital no sólo es innecesario sino que reabre heridas del pasado. “Son milongas”, resumió el presentador del espacio Antonio Jiménez antes de dar paso a un vídeo en el que una reportera preguntaba a los vecinos afectados si Carmena quería “reabrir el pasado de las dos Españas”. Casualmente todos los consultados estuvieron radicalmente en contra del cambio del callejero.

...y la inocente pregunta de Rojo
El debate, que se puede ver a partir del 18’26” del vídeo, se originó a raíz de una inocente pregunta de Alfonso Rojo sobre las posibilidades de una asociación de guardias civiles de poner nombres de víctimas de ETA a las calles.



La cruzada anti-Carmena de Manglano
La estrella indiscutible de la cruzada anti Carmena fue Manglano, quien argumentó para demostrar que retirar las placas que hacen alusión al franquismo es una falta de respeto a los madrileños. El edil acusó a Manuela Carmena de “tergiversar” la historia apelando a errores del consistorio en algunos casos. Pone como ejemplo el caso del Comandante Zorita, que no pudo participar en el bombardeo de Gernika porque todavía no sabía volar o que “las fotos que se publicaron para justificar el cambio, algunas de las masacres que se veían ni siquiera eran de la Guerra Civil, eran de matanzas nazis en Noruega y de matanzas estalinistas durante la segunda Guerra Mundial”. Su conclusión es que “la manipulación de esta gente de la historia es absoluta”.

En cualquier caso, el cambio de placas afecta a 30 calles: entre ellas Plaza del Caudillo, calle del General Yagüe, de Arriba España, de los Caídos de la División Azul o General Mola. Es como si en Alemania se paseara por la plaza de Hitler o la calle Goebbels.

Por otro lado, el cambio del callejero es una exigencia de la Ley de Memoria histórica, vigente desde 2007 y cuya aplicación había impedido sistemáticamente la mayoría absoluta del PP del anterior consistorio municipal.

 

 

Pércival Manglano.- Toda esta operación es puro sectarismo político para enfrentarnos a los españoles. Huyamos como la peste de este marco de referencia en el que quieren reabrir viejas heridas, dividir a los españoles en bandos…

Carmelo Encinas.- ¿Pero tú quitarías la plaza del Caudillo?

P.M.- Preguntaría a los vecinos…

C.E.- Pero eso no lo habéis hecho nunca

P.M- En este caso, desde luego, si se va a cambiar alguna calle. Yo estoy de acuerdo en que unas calles sean más proclives que otras y, desde luego, que a los afectados se les pueda escuchar


Una consulta popular para la plaza del Caudillo
¿Acaso no le parece suficiente “proclive” la plaza del Caudillo a Manglano? Indigna la forma en que se escurre de la pregunta refugiándose en los vecinos. Llama la atención también su apuesta por una especie de consulta popular, instando a rebelarse contra la ley. Salvando las distancias, no estaría de más que recordase la escandalera que montó su partido con la consulta de los ayuntamientos en Cataluña sobre la independencia.

El último "esperpento" de Carmena y la mentira de Manglano
Tras esta lección de democracia, Manglano abrió un nuevo frente a cuenta de la Cabalgata de Reyes del Ayuntamiento. “Igual que se quiere tergiversar la historia de España se quiere tergiversar el catolicismo y la tradición católica”, espetó. Puso como ejempló del “ultimo esperpento” de Carmena, la cabalgata de Carabanchel, financiada con dinero público y de la que se ha excluido a un colegio concertado por segregar a alumnos, que no por católico como añade el concejal popular:

 

 

“Dicen no, porque son católicos y segregan a los niños. Falsedad absoluta puesto que de los 800 niños sólo hay diferenciados un 10% de los alumnos. Una cosa mínima, claramente una excusa para que no participaran”.


Para Manglano, todo esto es una muestra más del “sectarismo” de Ahora Madrid, que usa la institución municipal “para imponer sus ideas y que los madrileños estemos sometidos a su ideología”.