[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"21678","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-360399","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"304","alt":"Los diputados de la CUP Antonio Ba\u00f1os (d), Anna Gabriel (c), y Benet Salellas (i). EFE\/Archivo"}}]] Los diputados de la CUP Antonio Baños (d), Anna Gabriel (c), y Benet Salellas (i). EFE/Archivo



Escucha, Convergencia, se nos acaba la paciencia. Mientras el candidato convergente Francesc Homs decía en un acto de pre campaña que había que sumar, dejarse de divisiones e identificar a los enemigos de Cataluña, las CUP les han dado a él y a su jefe, Artur Mas, una lección de realidad. Al grito de “Escucha, Convergencia, se nos acaba la paciencia”, “Poder Popular”, “No queremos presidentes corruptos” y “Fuera el tres por ciento”, los cupaires dejaban muy claras sus opiniones respecto a la pugna que mantiene éstos días el president en funciones con la formación radical.

Más de 1.600 personas estaban inscritas en la asamblea que las CUP habían convocado para hacerse una idea de cómo pensaba su gente. No estaba previsto votar nada, pues solo se pretendía pulsar la opinión de las bases. No en vano ésta es una formación asamblearia. Pero, al final, se ha votado acerca de cuatro posibles escenarios. Y a mano alzada, sin trampa ni cartón, dando la cara.

El no a la investidura a Mas de manera rotunda ha obtenido 823 votos; investirlo, pero con condiciones, 434; negociar después de las elecciones generales, si cambia el escenario político y se produce un cambio de gobierno, 139; ir directamente a nuevas elecciones, 574. El ambiente de unanimidad con respecto a Mas era perfectamente visible a los que asistían al acto. Los responsables políticos han afirmado estar “hartos de hacer propuestas y que todo se vuelva en sí apoyamos a Mas o no y que el resto ya se verá”.

Benet Salellas, diputado por las CUP, lo ha dicho claramente: “Continuaremos proponiendo, discutiendo, esforzándonos y sentados a la mesa de negociaciones hasta que definitivamente se nos ofrezca por parte de Junts pel Sí un proceso de ruptura, un plan de choque social y una presidencia que no recaiga en la persona de Mas”.

La también diputada Anna Gabriel, ha dicho que la militancia ha reclamado al secretariado y al grupo parlamentario de las CUP que pasen a la ofensiva: “Queremos respuestas concretas a problemas concretos y Junts pel Si no da soluciones para revertir las privatizaciones y evitar los recortes”. “Con nosotros no funcionan ni los chantajes ni las presiones”, ha rematado en medio de una ovación clamorosa.

Incluso Gabriela Serra, una de las que se había mostrado más contemporizadora con Mas, ha dicho que Junts pel Sí quiere a las CUP “Homologadas, encorsetadas y miedosas”.

David Fernández, el protagonista de la famosa fotografía abrazado con Mas, tampoco ha escatimado frases contundentes. Ha hablado de los que quieren gestionar de manera patrimonialista el proceso catalán, así como de la sombra alargada de la corrupción y de los recortes.
A pesar de no ser una decisión vinculante lo que se ha votado hoy, todo indica que las CUP están abiertas a negociar siempre y cuando Mas no sea candidato. Las cosas están como hace dos meses, cuando manifestaron en el debate de investidura su negativa rotunda a que el candidato de Junts pel Sí vuelva a ocupar la presidencia.

¿Y ahora qué, president?
Esa frase, según nos informan, se la ha dicho un colaborador a Mas, viendo los resultados de la asamblea. Mas, deshecho, según nos dicen, se ha mantenido en sus trece. No piensa renunciar y esperará unos días, pero ha añadido que no le temblará el pulso si ha de convocar unas nuevas elecciones. Elecciones que, según un sondeo publicado hoy, supondrían la muerte definitiva de Convergencia, puesto que Esquerra, a éstas alturas, se plantea muy seriamente no concurrir a ellas junto al partido fundado por Jordi Pujol.

De nada han servido los constantes ataques de los trabucaires mediáticos de Mas, ni las presiones, ni los ofrecimientos, ni los chantajes. Antonio Baños y su gente han dicho que no. En Manresa se hablaba como candidatos alternativos de Romeva, al que le encantaría, de Junqueras, que no quiere ni loco, de Munté, que se mantiene entre una lealtad obligada y las ganas de romper un bloqueo gubernamental terrible. Incluso se comentaba acerca de un candidato que es imposible que sea elegido, puesto que no es parlamentario, Carles Viver Pi-Sunyer, Comisionado para la Transición Nacional y ex vicepresidente del Tribunal Constitucional.

Nadie decía nada de Mas, al que en las CUP dan por enterrado políticamente. El único que parece que no se ha enterado es el interfecto.