En el año 2008 la tasa de morosidad de la banca (porcentaje de créditos impagados y de dudosos cobro) estaba en el 5%. La ortodoxia económica señala que una tasa de morosidad del 10% es un grave problema e indicador indiscutible un de una grave crisis. A esa tasa del diez se3 llegó en 2012, el peor año de la crisis, pero ni el  2013, año en el que el Gobierno proclamó oficialmente el fin de la crisis, ni en este año en el que según el Gobierno ya estamos en recuperación y además con "raíces vigorosas", la tasa de morosidad ha dejado de crecer. Este indicador cerró el mes de agosto pasado en el 13,25%, un nivel muy preocupante y récord histórico (negativo) en democracia.

En todo el año no bajó del 13%
Según los datos publicados por el Banco de España, los créditos dudosos acumulados en el sistema financiero español sumaban 184.308 millones de euros a 31 de agosto, la tasa de morosidad subió por segundo mes consecutivo y los datos del banco de España señalan que tan solo bajaron muy ligeramente el primer trimestre de este año, hasta situarse en marzo en el 13,39%. Los ligerísimos descensos de enero, febrero y marzo fueron utilizados por la propaganda pro gubernamental con alborozo porque se exhibían como un indicador más de que la recuperación estaba en marcha, sin embargo a lo largo de este año jamás bajó del 13% y no solo eso, la tasa de morosidad es más alta que en 2013 porque en agosto de ese año era de un 12,14%.

Casi 1,4 billones en créditos
El sistema financiero español (bancos y entidades financieras) tienen préstamos concedidos por un importe total de 1,391 billones de euros. Se considera crédito dudoso el que suma tres meses consecutivos de impago y aunque en total suman 184.308 han bajado del máximo alcanzado durante la crisis, que llegó a ser de casi 200.000 millones de euros en enero de este año.