La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal (c), junto a la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero (i), y al exportavoz del equipo municipal de Romero, Francisco Cañizares (d). EFE



En el Partido Popular de Ciudad Real, y en el de Castilla-La Mancha en particular que preside María Dolores Cospedal, están “hasta la coronilla” de la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, siempre en el foco de la polémica; siempre protagonizando escándalo tras escándalo, que merma las posibilidades de reelección de un partido acostumbrado a gobernar desde 1995 de forma  ininterrumpida y con abultada mayoría absoluta en esta capital manchega. La última sentencia ha colmado el vaso de la paciencia de los líderes “populares” ciudadrealeños, que ven a Romero un lastre más que un activo político, máxime si como reconoce a ELPLURAL.COM uno de sus miembros: “aquí, pongas el candidato que pongas, siempre ganamos”, añade, “el PSOE solo ha ganado en 1991 por un puñado de votos y porque su candidato era uno de los nuestros, Lorenzo Selas”.

La última del “RosaRIO” de casos
Y es que no hay mes que pase sin que Rosa Romero esté en el centro de la polémica, conocida por propios y extraños como “RosaRIO”, por aquello de la acumulación de supuestas irregularidades. Solo hay que echarle un vistazo a la hemeroteca o comprobar en ELPLURAL.COM la capacidad de esta alcaldesa para enredar la vida política y meterse en todos los charcos. El último tirón de orejas viene, una vez más, del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCLM), que ha impedido que un funcionario sea apartado de sus labores porque investigaba y denunció supuestas irregularidades en determinadas obras municipales. Es decir, la alcaldesa apartó a este profesional de sus quehaceres, le prohibió realizar su trabajo porque éste detectó supuestas corruptelas, en vez de facilitarle la labor y poner a su disposición las herramientas necesarias para luchar contra esa lacra llamada corrupción.

Persecución y mobbing de un arquitecto
Pero aquí no queda la animadversión de Romero por los funcionarios municipales que intentan hacer bien su trabajo o que investigan supuestas irregularidades. Hace unos años, un arquitecto municipal, Jesús Manuel Rubio, denunció a Rosa Romero por acoso laboral pidiéndole una indemnización de 186.466 euros por los daños morales y de salud y el perjuicio económico que le supuso que la alcaldesa le señalara como un agente al servicio del PSOE porque éste funcionario contrató a unos detectives para investigar una posible red de corrupción en el Ayuntamiento de Ciudad Real.

Denuncia de un empresario
No fue el único que tenía sospechas de supuestas irregularidades. En noviembre de 2010, como adelantó ELPLURAL.COM, el empresario local Jesús Rosado, dueño de Global Sport, denunció a Rosa Romero y otros concejales de Ciudad Real por el cobro de cohechos, amaño de contratos, emisión de facturas falsas y financiación ilegal de actos del partido. Aun es más, Rosado aseguró haber hecho obras en la casa de la alcaldesa Romero cuya factura se le sugirió presentar al Ayuntamiento y que nunca cobró. Romero siempre negó la mayor y el caso duerme en el cajón de los justos, sin que nadie sepa muy bien cuál es su actualidad procesal, si es que la hay.

“El Quesito y el autoenchufe”
Suma y sigue. El nombre de Rosa Romero, junto a un buen número de dirigentes del PP, entre ellos el exalcalde y actual presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, fueron beneficiarios, junto a sus familias, de una promoción de pisos de protección oficial conocida como “El Quesito”. Puede ser legal, pero es inmoral, como así lo entendió en otro caso el pasado diciembre el alto tribunal manchego que anuló su autoenchufe en el Ayuntamiento que ella preside.

Receptora de sobresueldos y sancionada por el BE
Por mucho que el PP pretenda lavar la imagen de Rosa Romero, es imposible encontrar a un político tan cuestionada y salpicada por supuestas irregularidades, que en otros partidos ya habrían causado su destitución. Pero el PP es el partido que mantiene hasta el final a sus cuestionados líderes, como por ahora es el caso de Rosa Romero, a la que hay que añadir el título de ser la alcaldesa menos transparente del país, como recoge la organización Transparencia Internacional España, además de receptora de sobresueldos repartidos por Luis Bárcenas, según la documentación de la sede nacional del PP que obra en poder del juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz. Además, fue sancionada por el Banco de España con 15.000 euros por dos faltas “muy graves” cometidas cuando era consejera de la desparecida Caja Castilla-La Mancha.

Hartazgo de la oposición
¿Alguien da más? Con estos antecedentes no es de extrañar que Cospedal busque un nuevo candidato para que encabece la lista del PP ciudadrealeño. No podemos olvidar que Romero y Cospedal son “dos enemigas íntimas” y que la alcaldesa le ha hecho numerosos feos a la que sigue siendo la número dos de Mariano Rajoy, quien la apeó de la presidencia provincial del PP. Y la secretaria general de Génova no olvida ni perdona. Tampoco olvidan estos desaguisados el PSOE e IU. Mientras que los primeros exigen “claridad y celeridad” en la investigación del último escándalo, la coalición de izquierdas advierte de que se gobierna desde la ilegalidad, como demuestran las numerosas sentencias desfavorables a las que se enfrenta el ayuntamiento manchego.