Mariano Rajoy saluda con una reverencia al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Mariano Rajoy saluda con una reverencia al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.



El Gobierno se ha salido con la suya en su defensa de algunas de las ventajes fiscales de la Iglesia católica. Este verano interpuso un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la ley foral navarra que limitaba la exención del impuesto de contribución territorial urbana a la Iglesia católica por sus inmuebles no destinados al culto.

Ley foral que sacaron adelante PSOE e IU
La ley ahora tumbada pretendía limitar las exenciones fiscales tanto a la Iglesia católica como a las demás asociaciones religiosas que tienen acuerdos con el Estado al amparo de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa -evangélicos, hebreos e islamistas-. La modificación de la Ley de Haciendas Locales de Navarra para eliminar ese privilegio fue posible a través de una propuesta de PSN/PSOE e I-E, que contó con los votos en contra de UPN y PPN. Pero ahora el Tribunal Constitucional ha aceptado el recurso del Gobierno y ha declarado inconstitucional esa ley porque entiende que los acuerdos amparan las bonificaciones a todos los inmuebles, no solo a los destinados al culto.

Privilegios e influencia creciente
Aunque la ley foral fuera destinada a todas las confesiones religiosas, en la práctica es mayoritariamente la Iglesia católica no solo la predominante sino la que más inmbuebles destina a usos no relacionados con el culto. El diputado navarro Juan Moscoso lamentaba precisamente este jueves en una entrevista en ELPLURAL.COM los privilegios fiscales de los que goza la Iglesia católica y la extensión de su influencia con el actual Gobierno.