La mejor defensa es un buen ataque. Esta es la máxima que siguen los asesores de Mariano Rajoy empleados a fondo en preparar la intervención del presidente del Gobierno el próximo 1 de agosto ante el Parlamento. Será en el Senado porque el Congreso de los Diputados está en obras, y el presidente comparece "a petición propia" para hablar de la situación económica, arropado por el último dato de recesión, -0,1% en el segundo trimestre pero recesión que la máquina de propaganda del Gobierno vende ya como recuperación, y por los datos que saldrán de la EPA, con un descenso estimado de cien mil parados, lo que permitirá el titular de que hay menos de seis millones de parados. Ese titular será festejado por el Gobierno, el PP y toda su artillería mediática afín para pasmo de economistas e inversores de todo el mundo que no darán crédito a que en España se festeje tener cinco millones largos de parados y seguir en recesión. Pero Rajoy irá con la EPA y el PIB cuando la oposición quiere que explique su relación con el "delincuente" Bárcenas, según el propio PP. El debate será seguido por la prensa internacional y por los gobernantes europeos.

Anuncio sorpresa para congraciarse con sus militantes
Pero en el fondo el Gobierno y el PP saben que 'vender' que la economía sigue cayendo aunque 4 décimas menos, y que el paro baja en verano (al igual que los días son más largos, en palabras de la Vicepresidenta), no dejan de ser argumentos endebles. Y saben que solo un titular mata a otro titular. En el Gobierno y en el PP saben también que el impacto del caso Bárcenas en las bases populares y en la ciudadanía en general es demoledor. Destroza su esencia, porque los mismos que se erigieron en 'campeones' de la honestidad, estaban presuntamente cobrando sobresueldos en dinero negro. Cinismo e hipocresía imposibles de sostener en la barra de un bar cuando les acusan de llevárselo crudo mientras señalaban a otros. La mentira es, de nuevo, una palabra que persigue al PP.

Y para matar al titular de Bárcenas, nada mejor que hacer un anuncio sorpresa, algo no solo muy reivindicado por sus bases, militantes y medios afines, sino que agrade a la ciudadanía en general. Y todos esos requisitos solo los cumple una cosa: anunciar una bajada, aunque sea tenue, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El argumento es obvio: como el Gobierno lo ha hecho muy bien, y ya se ve la luz al final de túnel, Rajoy cumple lo que prometió y baja los impuestos en cuanto puede.

¿Por qué bajar el IRPF?
Rajoy tiene que tener mucho cuidado con la Unión Europea, el Banco Central, el Fondo Monetario Internacional y con Ángela Merkel. Pero se da la circunstancia de que Bruselas abroncó al Gobierno del PP primero por no subir impuestos y luego por subir el IRPF en vez del IVA. Ahora hay coincidencia en que la subida de impuestos del PP es brutal y contraproducente en lo que se refiere al IRPF. Una bajada de este impuesto que no 'toque' sensiblemente los ingresos, no sería contestada en Bruselas donde lo que se espera de Rajoy, con urgencia y plazos, es que revise la reforma laboral y las pensiones de aquí a fin de año.

Y ataque en un debate que se seguirá en todo el mundo
Jamás el Financial Times, la 'biblia' neocon en todas las bolsas del mundo y en todos los despachos de inversores, amén de gobernantes, había sido tan dura con un presidente de España. Ni con Suárez, ni con Felipe, ni con Aznar ni con Zapatero. Jamás el Financial había publicado una editorial en la que exige al presidente de España que dé explicaciones urgentes por verse envuelto en un caso de corrupción. La andanada ha sido de tal calibre que el prestigio internacional de Rajoy está por los suelos, no existe. Por tanto, el debate del próximo 1 de agosto será el más seguido por la prensa internacional en las últimas décadas. Y si los mercados ven a un presidente débil y huelen sangre, Rajoy lo pasará muy mal porque la economía lo pasará mal (y todos los españoles también).

Por tanto la segunda pata de la estrategia monclovita pasa necesariamente porque Rajoy dé una imagen de firmeza y tranquilidad. Y la firmeza se transmite sobre todo 'poniendo firme' a la oposición, especialmente al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PP recuerda que Rajoy ya 'noqueó' a Rubalcaba
Hay una esperanza para Rajoy, y la esperanza -según fuentes del PP a ELPLURAL.COM- se llama Rubalcaba. Según dichas fuentes, Rubalcaba está peor que Rajoy en las encuestas y, sobre todo, les anima el recuerdo del último debate del Estado de la Nación, cuando según ellos Rajoy 'se la clavó hasta el alma' cuando soltó la famosa frase a Rubalcaba: "yo no he pedido su dimisión, entre otras cosas porque no me interesa". En la bancada popular dan por seguro, al menos lo esperan, que Rajoy sea duro con Rubalcaba y 'le ponga en su sitio'. Y es que dar moral a los 'hooligans' en momentos duros es una clave imprescindible para mantener el liderazgo.