Mayo de 2010, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero anuncia en el Congreso de los Diputados una batería de medidas anti crisis para evitar el rescate de España. Entre ellas el aumento de la edad de jubilación a los 67 años y elevar el cómputo de años para calcular la pensión de los 15 a los 20 últimos años trabajados. El Partido Popular vota en contra y se erige en el "partido de los trabajadores", en palabras de la secretaria general del PP Dolores de Cospedal. El Partido Popular sabía que era necesario reformar el sistema de pensiones en España por dos razones básicas: el aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad. El cuadro demográfico viene avisando desde hace años que para garantizar la pervivencia del sistema público de pensiones había que hacer cambios. Al Partido Popular y a Rajoy los datos y evitar el rescate no les importaban en absoluto, su objetivo era hacer caer al Gobierno y llegar a La Moncloa. Basta recordar la frase de Cristóbl Montoro a la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas: "Deja que caiga España que ya la levantaremos nosotros". Pues bien, un año y cuatro meses después de llegar a La Moncloa, Rajoy prepara una reforma de las pensiones que convierte en una caricia la que hizo el Gobierno socialista. Ya se sabe, para Rajoy incumplir su programa electoral es una obligación.

La que se viene encima
El Gobierno del PP ya ha modificado el sistema de pensiones al endurecer las condiciones de prejubilación o jubilaciones anticipadas. Pero eso solo fue un aperitivo. Lo que ahora está encima de la mesa es que a partir del año 2027 habrá que tener más de 67 años para jubilarse, para cobrar la pensión máxima habrá que haber cotizado 40 años como mínimo y las pensiones ya no subirán de forma automática según la subida del IPC, dependerá del "factor de sostenibilidad", es decir la subida quedará a criterio del Gobierno de turno en función de cómo vayan las cuentas de la Seguridad Social. Estas medidas se están filtrando a los medios de comunicación después de que el Gobierno creara un grupo de expertos para modificar el sistema de pensiones, sin embargo no hay convocatoria del Pacto de Toledo a la vista. El Pacto de Toledo es la comisión integrada por todos los partidos políticos con representación parlamentaria creada en el Gobierno de Felipe González para garantizar el mantenimiento del sistema público de pensiones.

Demagogia y mentira
Nadie cuestiona la necesidad de introducir cambios para garantizar el sistema público de pensiones, pero la cuestión está en que cambios se hacen y como se hacen. Además el Gobierno, aunque le sobre la mayoría absoluta, debería buscar un acuerdo no ya con otros partidos políticos, sino con los sindicatos y otros agentes sociales. La pregunta que debe responder Mariano Rajoy es por qué se opuso virulentamente en mayo de 2010 a una reforma light y prometió que con él en el Gobierno subirán las pensiones y se mantendrían los derechos de los pensionistas. Si él no lo sabía, los supuestos expertos económicos del PP sabían que esa promesa superaba la demagogia para convertirse en mentira.

Rajoy ha cerrado su primer año de Gobierno con déficit del 10,6% (ayuda financiera incluida) mientras que Zapatero lo dejó en el 9,3% (ayuda financiera incluida). Rajoy ha recortado el Presupuesto en 65.000 millones, Zapatero en 15.000. Rajoy ha recortado en sanidad y educación mientras Zapatero no tocó ninguna de las dos áreas. A Rajoy no le cuadran las cuentas y, si no es esta semana será otra cualquiera, el Gobierno del PP tendrá que seguir incumpliendo machaconamente sus promesas y compromisos electorales. Es lo que tiene mentir a sabiendas para ganar unas elecciones.