Son varios los factores que han colocado a España de nuevo en el ojo del huracán. El primero de todos son las negativas del Gobierno de Rajoy a presentar los presupuestos antes de las elecciones andaluzas. La pregunta es básica. ¿Puede un alemán entender que un país al borde del precipicio se niegue ha elaborar sus presupuestos por unas elecciones regionales? No. Que nos juguemos el pan y el futuro de todos por una cuestión política partidista, y además regional, no lo entiende nadie sensato, sea alemán, japonés o español.

Tardanza en tomar medidas
La segunda razón es la tardanza de España en tomar medidas. Sí, Rajoy ha aprobado la mayor subida de impuestos vía IRPF de los últimos 20 años y la reforma laboral más lesiva para los derechos de los trabajadores de toda la democracia. Pero es insuficiente. Se lo han dicho por activa y por pasiva y el PP ya lo sabía antes de ganar.

El manguerazo de Montoro
La tercera razón ha sido la decisión de Montoro de dar manguerazo vía créditos bancarios a los ayuntamientos para financiarse, más el manguerazo aprobado el pasado viernes a varias Comunidades Autónomas (Cataluña, Murcia y La Rioja podrán endeudarse más), y el reconocimiento de la Comunidad de Madrid de que tienen mil millones más de deuda de lo que habían dicho. Y para rematar los "hispano bonos". Si ya es imposible vender bonos españoles a un interés razonable ¿Quien comprara bonos autonómicos? Si el Gobierno esta dispuesto a pagar intereses astronómicos puede que se coloquen algunos títulos, pero el problema es que el Tesoro no puede pagar esos intereses.

Que paguen las generaciones futuras
La Unión Europea y los mercados financieros se creen las cuentas estatales porque están supervisadas por Bruselas, pero no se creen las autonómicas ni las municipales. Consideran una temeridad que un Gobierno que lleva cuatro meses para cinco en el poder no haya presentado unos presupuestos (y más teniendo mayoría absoluta parlamentaria.) Y cada vez que se dan créditos a Autonomías o Ayuntamientos el mensaje que se recibe es que aquí se va a seguir gastando a costa de créditos que tendrán que pagar generaciones futuras.

Bruselas pone a España en la UVI
Aunque el Gobierno de Rajoy cuenta con una armada mediática favorable sin precedentes, la realidad es la que es y no se puede borrar, por más que se oculte. Cerramos la semana con la prima de riesgo rozando los 370 puntos básicos , Italia se nos ha desenganchado y tenemos el diferencial mas alto que los vecinos desde hace ya muchos días , la bolsa va de batacazo en batacazo y, para colmo, el economista jefe de la City londinense , Willem Buiter, afirmó el pasado miércoles que España esta más cerca que nunca del "default", es decir de la quiebra por impago, y añadió: "España es el país clave del que estoy mas preocupado". No es el único. En la ultima reunión a puerta cerrada del Eurogrupo la ministra austriaca de Finanzas le preguntó hasta dos veces al ministro de Economía español, Luis de Guindos, si el Gobierno iba a pedir ayuda al fondo de rescate. De Guindos obviamente lo negó, pero en leguaje bruselense que te pregunten, por dos veces, delante de todos los ministros, si tu país va a pedir ser rescatado no es para ponerse rojo, es para ponerse morado.

Caras de pocos amigos
En unos días llegarán a Madrid varias comisiones de técnicos comunitarios para supervisar todo lo que esta haciendo el Gobierno de Rajoy y, aunque es cierto que Bruselas y el Fondo Monetario Internacional envían inspecciones periódicas, esta vez vendrán más técnicos, pedirán mas datos y además traerán cara de pocos amigos después de que Rajoy dijera en rueda de prensa, en la capital europea, que no iba a cumplir el objetivo de déficit. El Consejo de Ministros de la próxima semana debería aprobar los Presupuestos Generales del Estado, la subida del recibo de la luz (entre un 7 y un 8 por ciento) y meter mano al déficit de tarifa. Es decir, a los 23000 millones de euros que el Gobierno debe a las eléctricas. Industria ya ha filtrado que rebajará las subvenciones que reciben las eléctricas por la distribución de la energía y las empresas dispuestas a ir a los Tribunales para cobrase su deuda. Y a todo esto será un Consejo de Ministros que se celebrara después de la primera huelga general de la era Rajoy.