La figura del dictador y los crímenes franquistas han servido de fuente de inspiración a jóvenes creadores que han querido para plantar cara a la amnesia colectiva. Entre ellos está Eugenio Merino, que en su obra Always Franco ha metido una estatua del dictador dentro de un frigorífico decorado con el diseño de Coca-Cola.

Una mujer observa hoy la reproducción del dictador Francisco Franco introducida en un frigorífico para refrescos obra del artista Eugenio Merino, que la expondrá en la feria de arte contemporáneo Arco 2012. EFE



Fosas comunes
Otra de las piezas más contundentes que se podrá ver en Arco es la de Paula Rubio Infante, titulada “Los trapos sucios se lavan en casa”, en la que reflexiona sobre las 2.246 fosas comunes localizadas en España, con los restos de combatientes republicanos y personas que simplemente fueron sospechosos de estar en ese bando.

La obra es un díptico fotográfico (300×121 centímetros), en la que se retrata la cal viva utilizada para descomponer los restos de una de las 50 víctimas exhumadas de la fosa común de Gumiel de Izán, en Burgos. A la instalación general se añaden fotos de espacios vinculados con las fosas comunes: el cerro de Pasco, la cárcel de Carabanchel, la antigua cárcel de Zamora, el cementerio de Toro.

Un actor interpretará a Franco
El artista madrileño Fernando Sánchez Castillo aporta su particular versión diferente del posfranquismo con la instalación del Síndrome de Gernica, en la galería holandesa Tegenboschvanvreden. Utiliza la fotografía y el vídeo para exponer su reflexión sobre el poder a través de un actor caracterizado como el dictador antes de proceder a una de sus intervenciones públicas.