Los socialistas ahora deben hacer los deberes. Carles Martí seguirá liderando el PSC de la ciudad de Barcelona. El grupo municipal estará a cargo de Jordi Martí. Un hombre de la cultura, con predicamento, pragmático. De momento, será el líder municipal. Pero sólo de momento. Los socialistas barceloneses le dan su beneplácito hasta la convocatoria de primarias. En ese momento, Jordi Martí tendrá que demostrar que ha pasado el examen de la militancia y la ciudadanía. No lo tiene fácil. Tiene que recomponer un grupo municipal, superar que no es un hombre de partido y construir un estilo de oposición que permita a los socialistas pensar en ganar las elecciones municipales.

En la banqueta de suplentes no suenan ni Jordi Willians Carnés, que ha dado un paso atrás porque Carles Martí apoya al nuevo portavoz y él no tiene intención de hacerle sombra, y también Assumpta Escarp, que no tiene demasiados adeptos en la militancia socialista. El que está calentando es Albert Solé. Un hombre con prestigio en el mundo del deporte y que llegó a ser Secretario de Estado en la última etapa del Gobierno Zapatero. Tiene el apoyo de la gente de Nicaragua. De los de antes, y también de los de ahora, del nou PSC. Sin embargo, en la calle Nicaragua prima la seriedad. Nadie va a poner palos en las ruedas a Jordi Martí, le apoyarán y le ayudarán a consolidar la política municipal socialista. La incógnita es cuál será el estilo de oposición. De mano tendida al alcalde Trias o de mano dura. Este es el nudo gordiano que tiene que romper el nuevo líder municipal socialista.

Para CiU los cambios no son una buena noticia. Hasta ahora el PSC estaba noqueado. Ahora, los socialistas tienen intención de plantear batalla a un equipo municipal débil. Hasta ahora Trias ha podido tirar con el apoyo del PP, pero ahora con los populares las cosas se han torcido. El no de Trias a que entraran en el gobierno lo ha dejado en una posición incómoda. En poco más de un mes, tres proyectos han caído como un castillo de naipes. Dejar fuera de los pactos al PP tiene estos precios, pero Trias no estaba dispuesto a que el pacto con Alberto Fernández Díaz fuera un “trágala” a la militancia nacionalista y a una buena parte de su electorado.

Ahora todos deben mover pieza. Empieza una nueva partida por Barcelona que tendrá sus consecuencias en la política catalana. Habrá que estar atentos a los movimientos.

Toni Bolaño es periodista y analista político