El insomnio es un problema que ha ido ganando cada vez más relevancia en los últimos años debido a su alto impacto negativo en la salud y la calidad de vida de las personas. Una alteración caracterizada por la dificultad para mantener o conciliar el sueño y que, según los últimos estudios realizados por los grupos de trabajo dedicados al insomnio de la Sociedad Española del Sueño, resulta el trastorno del sueño más frecuente en la población general, con una prevalencia mayor en el sexo femenino. 

Las largas jornadas de trabajo, el ritmo acelerado de la vida moderna y la constante exposición a la tecnología han propiciado un entorno en el que cada vez más personas sufren de problemas para dormir, convirtiéndose ya en un auténtico problema de salud pública. Además, el insomnio es una alteración que afecta tanto a la salud física como a la mental y sus repercusiones se extienden más allá del ámbito individual, afectando también la vida social y laboral de quienes lo padecen. Por todo esto, en este artículo exploraremos las causas y efectos del insomnio, su impacto en nuestra vida cotidiana, así como qué estrategias se pueden seguir para intentar mejorar la calidad del sueño.

Causas y efectos del insomnio en la salud psicológica

El insomnio es un trastorno del sueño que puede ser causado por todo tipo de factores. Hay personas que lo sufren de manera puntual, por ejemplo, por un pico de estrés en el trabajo o los estudios, y otras muchas que conviven con él a largo plazo por cuestiones de ansiedad o depresión. Por tanto, podemos decir que las causas del insomnio son variadas y pueden atender a distintos factores que dependerán, en gran medida, de la situación particular de cada persona. 

Sea como sea, está claro que este trastorno se experimenta cuando nuestra mente está sometida a una alta presión, a una situación personal complicada o a una alta exigencia laboral, entre otras cuestiones. Por otro lado, los efectos del insomnio en la salud psicológica de las personas pueden provocar dificultades cognitivas y emocionales como pueden ser la falta de concentración, los cambios de humor, la irritabilidad y el aumento en los niveles de frustración.

La relación bidireccional entre el insomnio y los trastornos psicológicos

Entendiendo el contexto de causas y efectos que provocan el insomnio, también es necesario reflexionar sobre la relación bidireccional que existe entre el insomnio y los trastornos psicológicos. En este sentido, hay que entender el insomnio como un trastorno que se retroalimenta de sí mismo: al mismo tiempo que la ansiedad o la depresión pueden causar insomnio, este mismo también pueden agravar los síntomas de estas enfermedades, creando un ciclo difícil de romper. Este ciclo perjudicial afecta a la salud mental de las personas de manera muy seria, contribuyendo a una mayor vulnerabilidad emocional, por lo que debe tratarse siempre desde un enfoque integral que aborde tanto la calidad del sueño como sus efectos y causas de salud mental.

Los efectos del insomnio en la vida social y profesional

El insomnio es, por desgracia, un trastorno que tiene un impacto total en la vida de las personas, afectando no solo a la esfera personal, sino también a otras cuestiones como las relaciones sociales y laborales de los afectados. De hecho, según la Sociedad Española de Neurología el insomnio es la principal causa de afectación al rendimiento diario, produce déficits cognitivos y de memoria y se lo relaciona incluso con otros problemas de salud como la hipertensión, la diabetes o la obesidad.

Por todo esto, los efectos de insomnio en la vida social y profesional de las personas son realmente altos y pueden provocar desde fatiga y falta de concentración hasta una disminución de la productividad o una propensión a los conflictos en las relaciones personales. A largo plazo, las personas que sufren insomnio crónico pueden verse afectadas por el aislamiento social, al preferir evitar situaciones sociales debido a falta de energía o a cambios emocionales bruscos.

Tratamientos y estrategias preventivas para mejorar el sueño

Afortunadamente, en las últimas décadas se ha avanzado mucho en el tratamiento y la prevención del insomnio, desarrollando estrategias que permiten combatirlo y mejorar la calidad del sueño. Uno de los enfoques más comunes es que las personas intenten adoptar hábitos saludables respecto a su rutina de sueño: evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, mantener un horario regular y crear un ambiente propicio para el descanso son solo algunas de las prácticas más recomendadas para estos casos.

Además, la terapia cognitivo-conductual a través de una consulta psicológica online también ha demostrado ser una de las estrategias más eficaces para el tratamiento del insomnio. Así, los psicólogos se encargan de ayudar a sus pacientes a identificar y modificar pensamientos y comportamientos que contribuyen a la falta de sueño y a facilitarles herramientas que les puedan servir para dormir mejor. 

Finalmente, en los últimos años también se ha trabajado en una línea de estrategias preventivas, para evitar que el insomnio llegue y se asiente en nuestras vidas. Estas estrategias pueden ir desde aprender técnicas de gestión del estrés, hasta practicar métodos de relajación como la meditación o el yoga, llevar una dieta equilibrada o evitar el consumo excesivo de cafeína o alcohol.

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