La muerte de Julián Muñoz se ha convertido en la noticia clave de la jornada. Conscientes del revuelo generado, Telecinco ha decidido revolucionar su programación y emitir una entrevista póstuma del exalcalde de Marbella como arma frente a David Broncano y Pablo Motos. Antes de fallecer, tomó asiento frente a Santi Acosta y hacerle una confesión del todo inesperada: "Quiero que se emita cuando yo me muera".

Será el próximo miércoles, 25 de septiembre, a las 22:00 horas cuando Telecinco levante sus ofertas habituales del prime time. En lugar de Gran Hermano: Última Hora y El rival más débil, la principal cadena de Mediaset España emitirá un especial de ¡De Viernes!. De este modo, la entrevista póstuma a Julián Muñoz también ocupara un access dominado por David Broncano y Pablo Motos.

En un avance difundido por Mediaset España, Julián Muñoz aseguraba antes de fallecer que se iba "en paz", pero sobre todo "feliz". Y atención porque las declaraciones del exalcalde de Marbella son, cuanto menos, contundentes: "Quiero que se sepa, por lo menos, un poco de la verdad de Marbella, pero no quiero que se emita hasta que yo me muera".

Los escándalos de corrupción de Julián Muñoz 

Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, fue uno de los rostros más controvertidos de la política española. Con el paso de los años, protagonizó una serie de escándalos de corrupción que conmocionó a la sociedad. Su implicación en diversos casos judiciales vinculados al saqueo de las arcas municipales de Marbella marcó un antes y un después en la percepción de la corrupción política en España.

Muñoz comenzó su andadura política afiliado al PSOE, aunque fue en 1991 cuando se sumó al Grupo Independiente Liberal (GIL) liderado por el polémico y entonces aclamado Jesús Gil. Su ascenso fue meteórico: pasó de ser concejal a ocupar el puesto de alcalde tras la dimisión de Gil en 2002. Durante su mandato, Marbella se consolidó como una especie de epicentro de una red de corrupción que se destapó con el célebre Caso Malaya.

En 2006, Julián Muñoz fue detenido en la segunda fase de esta operación judicial, acusado de cohecho, malversación de fondos públicos y prevaricación. Su detención fue el inicio de un proceso judicial que lo llevó a pasar casi dos años y medio en prisión preventiva. Aunque fue absuelto de algunos cargos, en 2013 fue condenado a siete años y medio de cárcel y diez años de inhabilitación por prevaricación.

Alegando un deterioro de su salud y la acumulación de condenas, se le concedió  en 2016 el tercer grado penitenciario, aunque la Audiencia de Málaga revocó esta decisión, considerando que mantenía "intacta" su capacidad para delinquir. Finalmente, abandonó la prisión en 2021 tras cumplir su pena. Tras su muerte, el escándalo de Marbella volverá a convertirse en noticia.