Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, compareció en rueda de prensa este viernes, 20 de diciembre, en la Asamblea de Madrid tras la aprobación de los presupuestos para 2025. En sus declaraciones, Ayuso lanzó duras acusaciones hacia Radio Televisión Española (RTVE), calificando sus prácticas como "propias de una dictadura", olvidándose de hacer autocrítica con Telemadrid. Sin embargo, su discurso sobre cómo "asfixia a las privadas" choca frontalmente tanto con los datos de audiencia como con la coyuntura relativa al modelo de financiación de la Corporación.

Las declaraciones de Ayuso contra Sánchez, apuntando a RTVE

En su cruzada particular con el Gobierno central, Ayuso reservó un espacio de su discurso para RTVE: "Las prácticas que se están utilizando son nunca vistas en democracia, no puede ser que se utilice los medios públicos para asfixiar a todos aquellos que discrepan". Y es que, a su juicio, "se asfixia desde la pública a las privadas, […] se le hace una competencia desleal como al resto de las privadas, se asfixian en las audiencias y se hace una prensa de régimen al dictado del Gobierno".

A continuación, la lideresa popular argumentó una supuesta utilización de "los poderes del Estado en favor del Gobierno" integrado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar: "Se comportan como totales abusones, protegen a la esposa del Gobierno, quiero saber cómo hace un ciudadanos particular al que se le ha robado el anonimato y presunción de inocencia. Le han borrado pruebas al fiscal para protegerlo".

Como era de esperar, aprovechó su comparecencia para reiterar que "es propio de una dictadura utilizar ministerios, ruedas de prensa y datos particulares para trocearlos". "¿Nada ni nadie puede hacer contrapeso a un Gobierno? No se somete ni al poder de la prensa ni a los del Estado. ¿Dónde nos va a llevar este hombre?", afirmó la presidenta madrileña. En este sentido, tanto los Telediarios como los espacios de actualidad de la pública han informado sobre los últimos escollos a los que se enfrenta el Ejecutivo.


Isabel Díaz Ayuso en un Pleno de la Asamblea de Madrid. EP
 

¿Un sinsentido? Los datos desmontan las acusaciones

Las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso acusando a RTVE de "asfixiar" a las televisiones privadas chocan de lleno con los datos que reflejan cómo el modelo de financiación de la Corporación pública cambió radicalmente en el año 2010. Este cambio, en lugar de perjudicar a los grupos privados, liberó un amplio porcentaje del mercado publicitario que fue a parar mayoritariamente a empresas comerciales como Atresmedia y Mediaset.

En 2009, RTVE operaba bajo un modelo mixto, combinando ingresos procedentes de la publicidad y de subvenciones públicas. Ese año, la partida de ingresos derivados de su actividad –donde se enmarca la venta de publicidad, programas y similares, y prestación de servicios– representaba un 38% de los ingresos totales de la Corporación, equivalentes a 419,8 millones de euros, según las Cuentas Anuales Consolidadas.

Sin embargo, con el cambio normativo que entró en vigor en 2010, RTVE dejó de emitir publicidad comercial, lo que implicó un giro radical en su forma de financiación:

  • Los ingresos derivados de la publicidad –nunca de carácter comercial– y prestación de servicios se redujeron a 15,07 millones de euros en 2010, lo que representaba apenas un 11% del total.
  • En contrapartida, las subvenciones y aportaciones para su financiación aportaron 1.109 millones de euros, lo que supuso el 89% de los ingresos totales.

Este cambio liberó una inversión publicitaria específica de 422 millones de euros, según el Estudio Infoadex correspondiente al ejercicio, que pasó a ser absorbida en gran medida por los principales grupos privados.

¿Asfixia a las privadas?

Lejos de "asfixiar" a los grupos privados, como aseguró Ayuso, esta medida fue un balón de oxígeno para los principales actores del sector. Atresmedia y Mediaset, los principales beneficiados, vieron cómo crecían sus ingresos publicitarios al quedar RTVE fuera de esta competición.

Además, con este modelo, RTVE no solo renunció a competir en el mercado publicitario, sino que se financia, en parte, gracias a aportaciones obligatorias de las televisiones privadas y de las operadoras de telecomunicaciones, garantizando su sostenibilidad como servicio público.


Edificio de RTVE en Prado del Rey, Madrid
 

Las audiencias: un mercado libre

En cuanto a la supuesta "competencia desleal" en términos de audiencias, hay que destacar que el mercado televisivo sigue operando como un sistema de libre elección, donde cada cadena diseña sus estrategias para atraer al público. Sin embargo, las privadas cuentan con una ventaja competitiva: su negocio depende en gran parte de la capacidad a la hora de atraer anunciantes. Curiosamente, Antena 3 volverá a cerrar el año como la televisión líder, con más de dos puntos de ventaja sobre La 1.

En este contexto, resulta relevante recordar que programas como La Revuelta, conducido por David Broncano, cuentan con presupuestos significativamente más bajos que muchas producciones de entretenimiento de cadenas privadas. Incluso es necesario tener en cuenta que este fichaje fue instrumentalizado políticamente por los detractores del Gobierno sin haber hecho un análisis previo de su coste.

El 'caso Broncano' y las acusaciones contra Moncloa

Las declaraciones de Ayuso también parecen aludir a la batalla de audiencias entre La Revuelta, el programa de David Broncano en RTVE, y El Hormiguero, espacio estrella de Antena 3. En este caso, también hay factores que desmienten la supuesta competencia desleal:

  • La Revuelta tiene un coste de producción significativamente más bajo (87.000 euros por entrega) que la serie a la que sustituyó, 4 Estrellas (110.000 euros por capítulo).
  • Desde su llegada a La 1, el programa de Broncano ha logrado captar a gran parte del público joven, sin embargo, no ha desbancado al programa de Pablo Motos como el formato de entretenimiento más visto del prime time.

¿Un ataque sin fundamento?

Los datos económicos y el contexto del mercado televisivo deben tomarse en consideración a la hora de escuchar las acusaciones de Ayuso. RTVE, al no competir en el mercado publicitario desde 2010, no "asfixia" a las privadas, sino que más bien este cambio normativo contribuyó a su sostenibilidad económica. Además, la batalla de audiencias entre programas como La Revuelta y El Hormiguero es ejemplo de un sistema de libre competencia que no responde a intervenciones gubernamentales; de hecho, Broncano ya hacía el mismo programa en la plataforma privada Movistar Plus+.