El periodista y escritor Juan José Millás ha sido uno de los invitados más comentados de la primera semana de La Revuelta, el nuevo programa de David Broncano en TVE. Su visita, junto a Juan Luis Arsuaga, ha dejado huella no solo por los momentos de humor e ingenio, sino también por la notable audiencia que registró el espacio. Días después de su paso por el plató, Millás ha reflexionado sobre el inesperado éxito del programa en una entrevista para A Vivir, de la Cadena SER.
Durante su intervención en el programa de Broncano, Millás no tardó en dejar su marca personal nada más pisar el plató. Con su característica ironía, el escritor felicitó al presentador con una frase que provocó la risa generalizada: “Enhorabuena porque nos han dicho que vais como motos”, en clara referencia al éxito de audiencia, lanzando además un dardo indirecto a Pablo Motos, el famoso presentador de El Hormiguero, con quien compite en franja horaria.
La declaración de Millás no solo fue un reflejo del buen humor que envolvió el programa, sino que también apuntaba a un fenómeno que pocos habían previsto: el arrollador éxito de La Revuelta. La emisión en la que Millás y Arsuaga fueron protagonistas se coronó como el programa más visto del prime time, destronando a El Hormiguero, un logro que tomó por sorpresa a la audiencia y a los críticos de televisión.
Días después de su participación, Millás ha reflexionado sobre el éxito del programa y lo ha comparado con la imprevisibilidad del mundo editorial. En una conversación con Javier del Pino en A Vivir, Millás ha subrayado la dificultad de predecir qué proyectos tendrán éxito. “En las editoriales dicen: ‘Esta novela ha tenido éxito porque tenía un 80% de sexo, un 10% de amor, y un 10% de intriga policial. Hagamos lo mismo’, y fracasan”, ha comentado en su habitual tono reflexivo.
El escritor se ha mostrado sorprendido por el hecho de que, en su tercera noche, La Revuelta alcanzara su pico de audiencia con dos ancianos —refiriéndose a él y a Arsuaga— hablando sobre un libro que trata sobre la conciencia. "Lo que nadie puede explicar es que el tercer día, que es el de más audiencia y el minuto de oro, el programa más visto, tiene de invitados a dos ancianos hablando de un libro que va sobre la conciencia", ha expresado con cierto asombro, antes de concluir: "No sabemos nada".
El éxito de La Revuelta ha generado un auténtico revuelo mediático. Broncano, acostumbrado al formato de La Resistencia en Movistar+, ha dado el salto a la televisión en abierto con una propuesta que mantiene su esencia irreverente, pero que ahora se enfrenta a un público más amplio. El programa ha logrado captar la atención de la audiencia desde su primera emisión, con invitados de renombre y un estilo que desafía las convenciones de los programas de entrevistas tradicionales.
La inesperada victoria en términos de audiencia frente a El Hormiguero fue recibida con cierto asombro, ya que pocos anticipaban que Broncano y su equipo lograrían tal hazaña tan pronto. Millás, uno de los responsables de esa histórica noche, no ha dejado de señalar la naturaleza impredecible del éxito, asegurando que "a priori, la idea era que se iba a quedar a una distancia brutal". Sin embargo, La Revuelta ha demostrado que en la televisión, como en la literatura, no hay fórmulas seguras para el triunfo.
Millás y Arsuaga, quienes ya habían pasado por La Resistencia para promocionar su libro La vida contada por un sapiens a un neandertal, llevaron a La Revuelta una mezcla de profundidad y humor. A pesar de que ambos mostraron preocupación por bajar la audiencia al hablar de su libro, la realidad fue muy distinta: su aparición marcó el punto álgido del programa en cuanto a audiencia.
Con un tono relajado pero cargado de contenido, la conversación entre los dos autores y Broncano abarcó temas tan dispares como la evolución humana y la percepción de la conciencia, sin dejar de lado las bromas. El programa incluso aprovechó para lanzar un último dardo a El Hormiguero cuando, en tono humorístico, los responsables de los rótulos en pantalla advirtieron a los espectadores de que “no cambiasen de canal porque allí también estaban hablando de física cuántica”.