Tres meses más tarde, y después de haber sido una de las polémicas más comentadas del festival de este año, el caso de Joost Klein, el representante de Países Bajos en Eurovisión 2024, al fin se ha resuelto por la vía judicial. Finalmente, la Fiscalía de Suecia ha cerrado la investigación contra el cantante tras el incidente ocurrido en Malmö con una miembro del equipo del festival, motivo que declinó en la expulsión del artista del certamen justo antes de la gran final.
“Se ha cerrado la investigación en la que un hombre de 26 años era sospechoso de haber amenazado ilegalmente a una mujer. El incidente ocurrió el 9 de mayo en relación con el Festival de Eurovisión en Malmö. La investigación ha llegado a la conclusión de que el hombre hizo un movimiento que golpeó la cámara de una mujer. El transcurso de los hechos fue rápido y los testigos del incidente lo percibieron de forma diferente”, reza el escrito de la Fiscalía sueca con respecto a este caso.
La resolución del caso en este sentido también ha sido expresada por el fiscal jefe Fedrik Jönsson: “He cerrado la investigación porque no puedo demostrar que el acto fuera capaz de causar un miedo grave o que el hombre tuviera tal intención”, ha subrayado en la misma dirección.
La TV holandesa pone en el punto de mira a la UER
Cabe recordar que la decisión de expulsar a Joost Kein recayó sobre la Unión Europea de Radiodifusión (UER) y, con el fallo judicial, la televisión de Países Bajos no ha tardado en ofrecer su valoración al respecto.
De esta manera, también este lunes, la emisora AVROTROS se ha mostrado “muy decepcionada” por lo que aconteció con su representante en Eurovisión, volviendo a poner así la actuación de la UER en el centro de la cuestión, insistiendo así en que mantendrán conversaciones para determinar si seguirán participando en las venideras ediciones.
“Desde el principio dijimos que la inhabilitación era innecesaria y desproporcionada y ahora parece que así es”, han señalado en un comunicado, añadiendo a su vez que, entonces, enviaron una carta a la UER con objeciones y con los “ajustes estructurales” que se debían acometer al respecto y que, hasta la fecha, y pese a la resolución judicial conocida tras tres meses de los hechos, no han recibido respuesta.
“El enfoque de AVROTROS es, y sigue siendo, que el Festival de la Canción de Eurovisión trata sobre los artistas y su mensaje musical. La palabra ahora le corresponde a la UER”, concluyen en el escrito.
La descalificación de Joost Klein
Fue escasas horas antes de la celebración de la gran final de Eurovisión cuando salió a la luz un incidente que tenía como protagonista al representante holandés y que, bajo ojos de la UER, no era permisible dentro de los principios del festival.
Joost Klein fue descalificado tras la semifinal eurovisiva y no se le permitió concursar, por última vez, con su tema ‘Europapa’, todo ello después de que una miembro del equipo de Malmö presentara una denuncia por un incidente detrás del escenario.
Según argumentó la televisión holandesa entonces, su representante habría hecho un “gesto amenazante” hacia esta trabajadora porque ella, supuestamente, le estaba grabando sin su consentimiento. Entonces, la UER, el organismo organizador del festival, vetó la continuidad del artista en el certamen y, por ende, llevó a término su descalificación.