Álex García, el español que contrajo una pancreatitis durante su viaje a Tailandia el pasado mes de febrero, ha dado su primera entrevista a un medio de comunicación tras la complicada situación que ha atravesado.

Durante un viaje al país asiático, el español enfermó de gravedad y tuvo que ser ingresado en un centro sanitario local. Pese a haber contratado un seguro médico para su viaje, su familia se vio obligada a pagar una gran cantidad de dinero para hacer frente a los tratamientos necesarios, no incluidos en su póliza. Rápidamente, pidieron ayuda para su repatriación, y un avión medicalizado del Ejército fue enviado para tal propósito el pasado 21 de abril. El español regresó sano y salvo, aunque eso sí, no sin dificultades.

"Ha sido un cambio en tan poco tiempo... en los últimos días en Tailandia pensaba que no saldría de ahí. Fue llegar a España, operarme y ya todo para arriba. Estoy muy contento. Llego a estar un día o dos más y no lo cuento. Justo esa semana tuvo episodios de 40 de fiebre y no me bajaba ni con antibióticos y llegué a pensar que me quedaban dos días para morir", ha expuesto García en 'Vamos a ver', visiblemente emocionado tras todo lo sufrido.

"En el avión ya fui a mejor. Imagina la desesperación que tenía por querer subirme a los aviones y que me dijeran que no. Cuando llegué aquí y vi toda la repercusión pensaba que menos mal que me dieron la voz en televisión. Gracias a eso estoy aquí. El dinero que se abonó por la UVI medicalizada no lo han devuelto todavía y dudo mucho que lo hagan, pero en ese momento daba todo igual", ha señalado.

Antes de terminar, el vasco, de 36 años, ha querido hacer una pequeña reflexión: "Al subirme al avión no me lo creía. Ya solo al bajar estaba mejor. A partir de ahora le voy a dar valor a lo que hay que darle, a estar con la familia, a hacer las cosas que te gustan y vivir más tranquilos... vivimos muy acelerados".

Llegó a estar en estado crítico

Tan solo cinco días después de llegar a territorio tailandés, el joven empezó a sufrir "dolores insoportables" en su abdomen. Antes de que eso ocurriera, ya había acudido a Urgencias en San Sebastián anteriormente, pues llevaba semanas con molestias, aunque de menor intensidad. El diagnóstico del hospital donostiarra fue que Álex "tenía gases", como denuncia la familia. Sin embargo, la realidad era mucho peor.

Sus dolores fueron incrementando aún más y, la pareja, que tiene dos hijos, decidió acudir al hospital en Bangkok para examinar de nuevo al joven. Los médicos descubrieron que los dolores se debían a una pancreatitis aguda, una enfermedad que consiste en la inflamación súbita del páncreas. Puede ser leve o potencialmente mortal, aunque "en general remite", según el portal médico MSD. En el caso de Álex, la situación fue grave. Usoa, su esposa, cuenta que su páncreas estuvo necrosado -es decir, con los tejidos muertos de manera irreversible- en un 40%, que aparecieron trombos y que tuvo que estar intubado.

Nada más ser ingresado, Usoa y la familia de Álex, desde San Sebastián, iniciaron el proceso para repatriarle. Tras gastarse más de 200.000 euros en un avión médico que, por su delicado estado, el joven no pudo coger, finalmente se subió a un avión del Ministerio de Defensa que sirvió para darle una gran alegría a su familia, porque le permitió volver a España y continuar aquí con su recuperación.

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