La última gala de Gran Hermano estuvo protagonizada por los familiares de los concursantes, una de las expulsiones más emotivas para una de las habitantes de la casa y el anuncio del repescado que, en cualquier caso, prometía mover los cimientos de la casa. La gala estuvo llena de emociones, por lo que no dejó indiferente a nadie.
La visita de los familiares
Después de más de dos meses de convivencia y completamente aislados del exterior, los concursantes pudieron volver a ver a sus familiares. La casa preparó una sala en la que recreaban un parque infantil con muchos juguetes y artículos que significaban algo para los participantes, en este ambiente iban apareciendo los familiares disfrazados o escondidos en un parque de bolas. Los encuentros más emotivos han sido entre las familias de las parejas que están en la casa.
Edi y Violeta, Manu y Laura, Luis y Nerea conocieron a sus respectivos suegros. Aunque Luis y Nerea ya los conocían, para el resto fue toda una sorpresa. Manu confesó su amor por Laura ante la primera expulsada de la historia de Gran Hermano, María José Galera, su futura suegra. Ambos estuvieron llorando cuando se unió Laura y la madre de Manu al encuentro, que iba disfrazada de un oso de peluche.
Otro de los encuentros más esperados fue el de la madre de Edi con Violeta, que le dedicó unas bonitas palabras a la concursante por el cariñoso trato que le daba a su hijo. Sin embargo, era mucho más esperada la reacción de Edi al ver a la madre de Violeta, aquella que dijo: “Edi es más simple que un pedo”. Una frase que, en su día, molestó mucho a la hermana del gallego que le pidió que rectificara. Edi supo de la frase anoche y no le dio más importancia.
Laura con el corazón roto
Manu ha sido el expulsado del jueves, una noticia que dejaba derrumbada a Laura Galera que se despidió de él con un beso y un abrazo demostrando el amor que está surgiendo entre ellos. Manu admitió que se esperaba su expulsión después de las imágenes que visualizó en el ‘cine’ de Gran Hermano en las que aparecía el gaditano nada enamorado y dejándose llevar por lo espontáneos que se acercaban a la casa desde las afueras. Su poca personalidad y sus 'bandazos' en la relación con Laura son los que le han expulsado.
“Estoy muy feliz y orgulloso de ver cómo este concurso me ha hecho crecer y madurar. Mi objetivo nunca ha sido ganar el maletín, sino tener una buena convivencia con mis compañeros y mi sueño únicamente fue entrar en Gran Hermano”, confesaba en un post de Instagram demostrando que no se arrepiente de su concurso. En el plató, él le dijo a Jorge Javier Vázquez que esperaría a Laura para continuar con su incipiente relación.
Un repescado esperado
Ruvens era el repescado frente a Lucía, la hermana más fanática del maquillaje, que en estos días demostraba dar mucho que hablar por sus contestaciones fuera de lugar a sus compañeros. Su comportamiento demostraba ser impostado, en vez de espontáneo queriendo forzar su vuelta al concurso, algo que han notado los espectadores. Ruvens continuó en su línea de provocador nato y siguió diciéndole las cosas claras a las de la habitación fresi, que están siendo las favoritas de la audiencia según las encuestas de X.
Óscar ha sido el que mejor ha recibido la vuelta de Ruvens, ya que últimamente o se separan. La manipulación del cineasta sobre el de San Sebastián ha hecho que las fresis no quieran ver a Óscar ni de lejos, una situación que deja a la casa más dividida que nunca.