A la publicación de las fotografías de Bárbara Rey y el rey emérito en una revista holandesa le ha sucedido la de los audios de las conversaciones entre ambos. Por otro lado, nuevas grabaciones de la exvedette dejarían entrever su chantaje al emérito, poniendo de nuevo sobre la mesa un asunto con el que se lleva especulando décadas. Este domingo, 6 de octubre, La Roca debatía si realmente la vida de la murciana corrió peligro en algún momento, tal y como ella deslizaba en unos nuevos audios que han salido a la luz, y Gonzaló Miró se mostró muy tajante. 

"Dos personas se han convertido en un problema para la seguridad del Estado: Bárbara Rey y Corinna", explicaba Fernando Rueda tras escuchar los audios en los que la vedette asegura que quiere "que se sepa cómo es él", en referencia al rey emérito. Él mismo recordaba que la empresaria alemana aseguró haber sido amenzada, por lo que Juan del Val le planteaba una pregunta con respecto al caso de la murciana. "¿Realmente la vida de Bárbara rey peligró en algún momento?", lanzaba.

El periodista le explicaba entonces cuál es la versión que maneja: "Ella dice que el cable de la dirección del coche se lo cortaron. En 1981 hubo dos agentes del servicio secreto que se opusieron al Golpe de Estado y quisieron largar y les dijeron no larguéis. A uno le cortaron el cable de su moto y al otro le pusieron un pájaro muerto encima de su coche. Esto es el lenguaje de la mafia, que es el lenguaje con el que te están diciendo ten cuidado porque vamos a por ti", contestaba Rueda.

"A mí no me cabe duda de que el servicio secreto es que se estaba enfrentando un chantaje al jefe del Estado, ellos no son Teresa de Calcuta", añadía el periodista. Gonzalo Miró tomaba la palabra para replicar a su compañero: "Pero, a ver, para que no quede esto encima de la mesa, de ahí a que el servicio secreto se encargue de matar a una amante del rey hay un abismo", matizaba. Pilar Vidal no se mostraba de acuerdo con el madrileño y se inclinaba más por la versión de Rueda: "Bueno, estaban todos involucrados puestos así a pensar".

Miró, que se mostraba incrédulo, lanzaba dos preguntas con las que ponía en cuestión la teoría de sus compañeros: "¿De verdad vamos a entrar a que la vida de Bárbara Rey ha corrido peligro?". "Ella estaba asustada", decía Vidal, antes de que el colaborador pronunciara la segunda cuestión: "Pero es que si el servicio secreto hubiera tenido que acabar con todas las amantes del rey, ¿cuántas mujeres amenazadas habría habido en este país?". Fernando Rueda afirmaba que solo dos de las amantes del emérito, Bárbara Rey y Corinna Larsen, intentaron chantajear al Estado: "Bárbara, en aquel momento, sií que podría haber hecho un tremendo daño en los años 90 y Corinna también dijo que había venido Félix Sanz Roldán y me ha amenazado".

Gonzalo Miró iba a continuar oponiéndose y aseguraba que era evidente que el acto de Bárbara Rey iba a tener consecuencias: "Pero, en general, si juegas a chantajear al rey, a la Corona y al Estado entiendo que algún riesgo corres, que no tiene por qué ser tu vida. Hay muchas maneras de correr riesgos sin poner a prueba tu vida. Y lo que no podemos es dejar encima de la mesa que esto se haya planteado, por favor". Sin embargo, Vidal recordaba cuando Bárbara Rey "contó que cuando tuvo un accidente camino de Marbella dijo que tenía la dirección del vehículo cortado y el coche era nuevo y luego lo que dijo que salió en todos los Telediarios a decir que tenía miedo: ‘Si a mí me pasa vais a saber quién me ha hecho esto".

Pese a la insistencia de su compañero, Miró iba a aportar un último argumento: "Pero, Pilar, yo entiendo que Bárbara Rey cuente su versión, pero no podemos dar por hecho que toda la versión de Bárbara sea la verdad, nada más que la verdad y únicamente la verdad". "¿Y por qué ponemos en el centro a Bárbara si no podemos demostrar nada?", contestaba ella. "Pero ella tampoco", sentenciaba el periodista.