A través de ejemplos concretos como son términos que los ciudadanos han podido escuchar de manera continuada, Esther Palomera explicó lo peligroso que es propagar este tipo de discursos, pues su contenido agresivo puede incitar a una violencia que los ciudadanos se consideren con derecho a usar. Calificativos que han sido sonados y que han aparecido en titulares de los medios de comunicación tras ser usados contra Pedro Sánchez y que la periodista recordó, siendo tales afirmar que el presidente es "un hijo de puta, que quiere provocar la explosión de la sociedad española, que es un narco-dictador, que es un autócrata, que es el responsable de todos los males del infierno...".
Así, Palomera explicó en Malas Lenguas que la manera en que algunos ciudadanos pueden digerir ese discurso les lleve a sentirse incitados a tomarse la justicia por su mano, tal y como exponía en sus mensajes de Whatsapp el hombre al que el Tribunal Supremo ha confirmado la condena de casi nueve años de cárcel tras haber propuesto, como escribía, matar a Pedro Sánchez.
Marisol Hernández sumaba un apunte a las palabras de Esther Palomera y señalaba que este tipo de sucesos es algo que está estudiado, siendo un modelo de radicalización de grupos terroristas, que encuentran la manera de captar la atención de determinadas personas o perfiles y que, a través de los mensajes sin descanso, infunden unas determinadas ideas que llevan a acciones de este tipo. Así, la periodista indicaba que esta es una evidencia de la compleja situación mundial actual.
Condenado por proponer matar a Pedro Sánchez
Una vez analizados los hechos, que han sido probados, el condenado, Manuel Murillo, hijo del último alcalde franquista de Rubí (Barcelona), se ha podido observar que estaba integrado en un grupo de WhatsApp que recibía la denominación "Terrassa por España" en el cual, a partir de junio de 2018, mostró un profundo desacuerdo y descontento con la exhumación de Franco.
Desde ese mes de junio y hasta que se produjera su detención en septiembre de 2018, Murillo envió varios mensajes a ese foro y de forma privada expresando su intención de acabar con la vida del presidente del Gobierno.
Entre la afirmaciones que escribió podían leerse frases como: "Si lo sacan (a Franco) me cargo a Sánchez"; "Mi mayor ilusión es meter al traidor de Sánchez debajo de la lápida de Franco" o "No podemos permitir que humillen al Generalísimo Francisco Franco ni a José Antonio Primo de Rivera (...) Si es preciso me voy a ir armado y me sentaré en la tumba de Franco y si se acercan disparo"; o "Soy un francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez".
Al condenado, que trabajó como vigilante de seguridad, se le incautaron un conjunto de armas tras su arresto, 13 reglamentarias y siete prohibidas, entre ellas un arma de guerra.
Murillo recurrió la sentencia pero el Tribunal Supremo la confirmó el 8 de julio contestando que se trataba de una sentencia que "es de todo punto razonable y que por el explícito contenido de los mensajes, se considere que existió una proposición seria para la comisión del homicidio". A lo que añadió que "teniendo en cuenta circunstancias concurrentes como la posesión de un arsenal de armas y municiones, aptas para su utilización, el entrenamiento personal del acusado en un club de tiro, la tenencia de la agenda del presidente y la descripción de la forma en que habían de intervenir periodistas para sacar una foto, a cuyo fin se solicitaba colaboración".
Agresión a un concejal del PSOE en una localidad almeriense
La confirmación de la condena de Manuel Murillo se conocía el martes 8 de julio, mismo día en que se presentó una denuncia en Aldosux, Almería, por una agresión física que tuvo lugar en la jornada previa, 7 de julio.
José Manuel Gil, concejal del PSOE de esta localidad, recibía varios golpes propinados con una piedra por parte de un militante de Vox, que dejaba su rostro ensangrentado.
Una cruel y violenta agresión llevada a cabo por un hombre que ya poseía denuncias anteriores, una de ellas del alcalde de Aldosux, Manuel Cuadra, a quien también había intentado agredir unos meses antes. Según José Manuel Gil, previamente a la agresión venía sufriendo acoso por parte de este sujeto y de su esposa, afirmando que cada vez que pasan con su coche frente a su casa o lo veían por la calle le lanzaban insultos a voces.
El presunto agresor fue cabeza de lista de Vox a las últimas elecciones municipales celebradas en este municipio.