El programa Malas lenguas llegó a Televisión Española (TVE) con la intención de ser una ventana para combatir la desinformación. Después de un primer mes con buenos resultados, el magacín capitaneado por Jesús Cintora está a punto de cerrar mayo con audiencias que hacen bastante ruido en la parrilla diaria. ¿Conseguirá el espacio de La 2 erigirse como la revelación de la temporada?
A escasos días de que el presente ejercicio concluya, ya podemos confirmar que Malas lenguas está rindiendo por encima de las expectativas. La práctica totalidad de sus emisiones se han producido en La 2 —en abril se utilizó la estrategia del simulcast con La 1— y sus resultados se erigen un soplo de aire fresco para la cadena. Ya parece afianzada su posición a juzgar por las audiencias.
Las audiencias de Malas lenguas y su máximo histórico
Teniendo en cuenta las emisiones en La 2, el espacio capitaneado por Jesús Cintora promedia un 3,8% de cuota de pantalla y casi 300.000 espectadores. Se trata de unas cifras que destacan en la franja de tarde de la segunda cadena pública, tradicionalmente más modesta en lo que a registros de audiencia se refiere.
Y centrados en los datos recopilados durante el mes de mayo, destacan jornadas como la del 19 de mayo, cuando el programa alcanzó los un 5,2% de cuota y 401.000 espectadores, su mejor dato hasta la fecha solo con su emisión en La 2 y sin el paragüas de La 1. También sobresale el dato del 12 de mayo, con un 4,2% y 329.000, consolidando así una tendencia al alza respecto al promedio del canal.
Tampoco podemos perder de vista el rendimiento de Malas lenguas respecto a la media de la cadena. En mayo, el magacín de Cintora mejora en un +35,7% al resultado global de La 2 (2,8%). Queda por ver si el público sigue respaldando esta apuesta que tiene distintos sellos tras de sí: TVE, BigBan Media, El Terrat y La Osa Producciones.
Cintora, en busca del sello propio en TVE
La evolución de Malas lenguas se produce en un contexto donde TVE busca renovar sus contenidos informativos y de actualidad sin perder el foco de servicio público. Cintora, que ya tuvo experiencias previas en la cadena con Las cosas claras, parece haber encontrado un tono atractivo para el público en este nuevo formato diario, centrado en el análisis crítico y en la detección de bulos.