Las relaciones dentro del universo Mediaset siempre continúan sorprendiendo. Óscar Cornejo, ex de La Fábrica de la Tele, ha confesado en una entrevista que él y Adrián Madrid se reunieron con Ana Rosa Quintana cuando ya estaban "en la calle", tras su forzosa salida de Telecinco. El creador de Fabricantes Studio ha desvelado que la presentadora se quejó de la cadena pese a ser ellos los fulminados: "Ella está ahí facturando y nosotros aquí en la puta calle".

El productor Óscar Cornejo ha hablado sobre este encuentro en una entrevista concedida a El Diari de Tarragona, en la que se ha pronunciado también sobre el punto de inflexión que supuso la docuserie Rocío,contar la verdad para seguir viva o la cancelación de Sálvame. "Yo no sé si hubo una maniobra política, yo creo que hubo un cataclismo en el panorama televisivo que supuso primero la cancelación de Sálvame y a continuación nuestra cancelación. Fue de tal magnitud que lo que generó fue miedo. Creo que generó miedo en el sector. Miedo", ha dicho, abiertamente.

"Ana Rosa es una víctima que se olvida que ella está ahí facturando"

"A ver, aquí ya empiezan las cosas que tengo que medir mucho. Os lo cuento casi como cotilleo", arrancaba el productor. Cornejo ha relatado que Ana Rosa "se nos quejaba rollo 'mira lo que me han hecho, cuando nosotros ya estábamos en la calle". Es más, él mismo pone fecha a este encuentro: "Comimos juntos hace un mes". 

El creador de Canal Quickie aportó más detalles sobre aquella cita y destapó que la de Unicornt Content no hizo otra cosa que quejarse contra la cadena, cadena de las que ellos mismos habían sido fulminados: "Yo le daba patadas a Adrián bajo la mesa para decirle: «Qué fuerte ¡Tenemos tanto por aprender! Esta señora es una maestra. O sea, nos ha echado y casi nos llora: 'Mira lo que me han hecho'. Lo que le han hecho es que ella no quería ir a la tarde".

"Bueno, a lo mejor es cierto. Imagínate que es cierto. Es que no lo sé... Pero la escuchas y es una víctima. Pero una víctima que se olvida que ella está ahí facturando y nosotros aquí en la puta calle. Esto es el mundo al revés", añadía Cornejo, quien, al margen, también tenía buenas palabras para Quintana: "Yo creo que ella es una grandísima profesional, es una comunicadora excelente. Es que prefiero decir solo que lo hace muy bien porque, si no, cualquier cosa me va a traer problemas aún hoy, imaginaos".

"Rocío, contar la verdad para seguir viva lo cambió todo"

Aunque el final de Sálvame fue percibido como algo repentino y precipitado para los espectadores, lo cierto es que Óscar Cornejo puede fechar cuándo comenzaron a cambiar las cosas: "Podría demostrar que la emisión de la docuserie de Rocío Contar la verdad para seguir viva lo cambió todo".

El productor asegura que la emisión de la docuserie, que vio la luz entre marzo y junio de 2021, "fue determinante, determinante para que empezaran a suceder cosas o para que se empezaran a mover cosas". " Quizás en ese momento nadie, ni los que empezaron a mover cosas, sabían en qué acabaría ese movimiento. Pero estoy convencido de que fue determinante", añade el de Tarragona. Sin embargo, él mismo ha reconocido que si pudiera dar marcha atrás no cambiaría absolutamente nada pese a conocer las consecuencias.

"Y te digo otra cosa: yo lo volvería a hacer. Aun sabiendo los resultados. Cuando digo que la docuserie lo cambia todo es que da una patada en la mesa, una bofetada en la cara del poder. Evidentemente, debía tener consecuencias. La primera, nosotros mismos, porque fue un ejercicio brutal de autocrítica al tipo de información que se daba en muchos de los programas que habíamos hecho. Porque durante 20 años se contó una historia desde una única versión y dándola por válida solo porque la otra parte no abría el pico. Ha sido uno de los momentos de televisión más brutales de los últimos veinte años o de la última década. Yo no recuerdo nada comparable. Ni en audiencia ni en impacto social", argumentaba. 

El productor asegura que en ningún momento pensaron que "iba a tener ese recorrido"; es más, las sensaciones no fueron buenas al principio: "Tras la emisión del primer capítulo, recuerdo salir del plató y decirle a Adrián: 'hemos perdido esta historia, ya no es nuestra'. Quedaban todavía por emitir no sé cuántos capítulos. Pero ya estaba en manos de otros". Cornejo se refiere así al público, a la "gente que piensa de una manera y gente que piensa de otra". El documental traspasó lo personal, y es que no solo era la historia de Rocío Carrasco, sino la de miles de mujeres que han sufrido la violencia machista en sus carnes. "La noche de la primera emisión ya hubo manifestaciones de determinados representantes de partidos políticos de la izquierda, con tuits, etcétera. A partir de ahí ya daba igual. Rociíto, como personaje del corazón, era lo de menos. Era su historia y el impacto y lo que había puesto sobre la mesa", sentencia Cornejo.