La televisiva Belén Esteban ha pronunciado un emotivo alegato en defensa de la sanidad pública española y de la labor de los sanitarios con motivo del quinto aniversario del decreto del Estado de Alarma y de la pandemia del Covid-19.
Lo ha hecho en 'Ni Que Fuéramos...Shhh', donde ha querido insistir especialmente en esta cuestión cuando estaban recordando en el programa el quinto aniversario de la irrupción del virus en nuestro país y el consecuente confinamiento.
"Yo quiero decir una cosa. Quiero dar las gracias a la Sanidad Pública de este país. A tantos médicos y enfermeras que estaban 24 horas dándolo todo", ha arrancado Esteban. "Quiero dar las gracias a las ambulancias, que cuando llegaban a una residencia o a las casas, se podían encontrar cualquier cosa", ha añadido, antes de afear los malos tratos que se le han brindado a este sector en los últimos años, una situación acuciada especialmente en regiones como la Comunidad de Madrid: "Y se pasó de que estos profesionales estuvieran apreciados por todos y muy valorados a que cuando terminó todo se les diera una patada en el culo".
"Quiero reivindicar la Sanidad Pública, las ambulancias y lo que pasaron los sanitarios porque eso nadie lo sabe. Desde aquí lo quiero volver a decir, seré una pesada, pero lo pasaron realmente mal. Hay gente que todavía va al psicólogo de la cantidad de muertos que tuvo que ver", ha sentenciado.
Cinco años del Estado de Alarma
Este viernes se cumplen precisamente cinco años del decreto del Estado de Alarma, que dejó calles desiertas, miradas que se asomaban a través de la ventana, hospitales a rebosar de pacientes y un sinvivir de emociones a través de la pantalla. Echando la vista atrás, parece mentira que hayan pasado cinco años. Un lustro en el que el tiempo ha transcurrido mucho más rápido, ¿o quizás más lento? Lo cierto es que aquellos meses de confinamiento han quedado incrustados en la memoria colectiva, así como el recuerdo que parece ilusorio de aquellos días en que la preocupación por la salud de nuestros seres queridos nos comía, cuando no sabíamos en qué momento saldríamos de casa y cómo sería la normalidad después del virus.
Demasiadas cosas han pasado en estos últimos años, pero por mucho que el tiempo siga su cauce, el recuerdo de lo que fue la pandemia de coronavirus perdurará siempre. En España, muchas son las aristas que comprenden lo que fue este acontecimiento mundial. Entre un Estado de Alarma que se prolongó más de un año, toda una sociedad confinada en las cuatro paredes de sus casas, la mella en la salud mental colectiva y las devastadoras consecuencias que estos meses dejaron en la antigua normalidad, 2020 estuvo marcado por algo nunca antes vivido.
A su vez, las decisiones políticas, tanto desde el Gobierno central como en las distintas comunidades autónomas, marcaron el paso de cómo se gestionó el impacto de un virus completamente desconocido que generó un detrimento sin igual en la población: millones de positivos y miles de fallecidos. La incertidumbre en las actuaciones marcó el paso de aquellas semanas y meses que parecieron años pero que, poco a poco, cobraron sus frutos y la sociedad española salió adelante. Sin embargo, y como siempre suele suceder con dramas de este calibre, el peor golpe se lo llevó la gente, el pueblo: miles de familias destrozadas por un virus que, de la noche a la mañana, les arrebató a su padre, madre, hermanos, abuelos, compañeros, amigos o vecinos.