Este miércoles se han cumplido exactamente cinco años desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretase el estado de alarma con motivo de la propagación del Covid-19. La medida más destacada de aquella orden fue la que todos recordamos: el encierro domiciliario indefinido que se llevó a cabo con la intención de evitar que el virus se expandiese aún más.
Aquel discurso de Pedro Sánchez todavía resuena en las cabezas de muchos cinco años después. Marcado por el carácter institucional y atendiendo a la emergencia presente, el presidente del Gobierno arrancaba: "Buenas tardes, estimados compatriotas. En el día de hoy, acabo de comunicar al Jefe del Estado la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario, para decretar el Estado de Alarma en todo nuestro país, en toda España, durante los próximos 15 días. El Estado de Alarma es un instrumento de nuestro Estado de Derecho, recogido por nuestra Constitución, para enfrentar crisis tan extraordinarias como la que desgraciadamente está sufriendo el mundo y también nuestro país. La emergencia sanitaria y social generada por el coronavirus, conocido como COVID 19, crea circunstancias extraordinarias como las que la Ley contempla para dotar al Gobierno de España de recursos legales, también, extraordinarios".
"En la reunión prevista para mañana, el Consejo de Ministros extraordinario adaptará un conjunto de decisiones excepcionales al amparo de la declaración del Estado de Alarma que se va a decretar mañana. Estas decisiones estarán orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado para proteger la salud de todos los ciudadanos. Recursos económicos, recursos sanitarios, tanto públicos como privados, tanto civiles como también militares, para la protección de todos los ciudadanos, en particular de los que resulten más vulnerables frente al virus por su edad o por otros padecimientos previos. Y también para responder a la emergencia social y económica con la máxima agilidad y contundencia", continuaba Sánchez.
"El Gobierno de España va a proteger a todos los ciudadanos"
"Queremos la máxima coordinación de recursos, eficiente y garantizada del conjunto de las administraciones públicas y su mejor funcionamiento. El Gobierno de España va a proteger a todos los ciudadanos y va a garantizar las condiciones de vida adecuadas para frenar la pandemia con la menor afectación posible", proseguía el jefe del Ejecutivo, antes de anunciar diferentes reuniones y medidas: "Naturalmente, me dispongo a dar cuenta de inmediato al Congreso de los Diputados, ya he informado a la presidenta del Congreso, he trasladado, también, a las principales fuerzas políticas esta decisión. A todos ellos y a todas ellas quiero trasladarles por anticipado mi reconocimiento por el trabajo que vienen haciendo, cada uno desde sus instituciones y sus responsabilidades. También mi gratitud por su comprensión ante estas decisiones que se dirigen a combatir una emergencia que amenaza la salud y el bienestar de todos, y que no atiende ni a fronteras ni internas ni externas".
"Estamos solo en la primera fase de un combate contra el virus que libran todos los países del mundo y en particular nuestro continente, Europa. Nos esperan, como dije al principio de la semana, semanas muy duras. Dijimos que vendrían días difíciles y tomamos medidas a la altura de esa dificultad. Y no cabe descartar que en la próxima semana alcancemos, desgraciadamente, los más de 10 mil afectados", proseguía Sánchez, dando una primera estimación que, con el tiempo, se quedó muy pequeña, pero era imposible saber cuál sería el alcance del virus.
"Quedarse en casa para proteger al conjunto de la ciudadanía"
"También me gustaría dirigirme a los jóvenes, quienes tienen, también, una misión decisiva. Es cierto que por su vitalidad pueden sentirse al abrigo de los efectos más severos del virus, pero pueden actuar como transmisores a otras personas cercanas mucho más vulnerables. Su colaboración es decisiva para cortar los contagios y por eso deben limitar los contactos y mantener la distancia social", solicitaba Sánchez, antes de anunciar el punto más destacado de aquellos días: el encierro doméstico.
"La declaración del Estado de Alarma permite movilizar, al máximo, los recursos materiales para combatir el virus. Pero, también me vais a permitir que haya un recurso fundamental, que está más allá de cualquier ley o decreto y al que me gustaría apelar directamente a los compatriotas. La victoria depende de cada uno de nosotros, en nuestro hogar, en nuestra familia, en el trabajo, en nuestro vecindario. El heroísmo consiste, también, en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse uno mismo, para proteger al conjunto de la ciudadanía", solicitaba.
"Tardaremos semanas, va a ser muy duro y difícil, pero vamos a parar al virus. Eso es seguro. Con unidad, responsabilidad y disciplina social. Superaremos esta emergencia amparándonos en el consejo de la ciencia y apoyándonos en todos los recursos del Estado. Pero también es seguro que lo conseguiremos antes y con los menores daños humanos, económicos y sociales posibles si lo hacemos unidos y cumpliendo cada cual con nuestro deber. Este virus lo pararemos unidos", concluía.