Alba Carrillo, modelo, presentadora y colaboradora de televisión, ha vuelto a levantar pronunciarse públicamente en el último episodio del podcast que lleva por nombre La casa de mi vecina, donde la premisa de partida fue hablar sin filtros con Nagore Robles. Durante la conversación, Alba abordó temas como su llegada a Radio Televisión Española (RTVE), la sobreexposición en redes sociales y el aprendizaje de sus rupturas amorosas. Pero fue su reflexión sobre la pluralidad y la politización del entretenimiento de opinión lo que más destacó.

Alba no dudó en expresar desde Podimo su visión sobre la televisión en la actualidad y la sociedad, afirmando que "no se puede tener miedo a la pluralidad"; de hecho, dejó claro que la diversidad de opiniones es esencial para "enriquecer" a la ciudadanía. Carrillo, que ha sido crítica en varias ocasiones sobre cómo se gestiona el entretenimiento en nuestra pequeña pantalla, subrayó la importancia de defender la libertad de expresión, incluso cuando se trata de opiniones contrarias.

"No sé porqué se ha politizado tanto el entretenimiento, pero deberíamos defender la libertad incluso para los que opinan diferente a nosotros", aseguró frente a los micrófonos de Podimo. Es más, fue un paso más allá para dar su opinión respecto los beneficios de la diversidad: "Las cosas tan endogámicas solo pueden traer falta de libertades de cualquier tipo".

La conversación también giró en torno a su vida personal y profesional. Alba confesó que, a pesar de los altibajos vividos últimamente, nunca se arrepiente de ser impulsiva, ya que cada experiencia la ha ayudado a crecer. Todavía resuena el enorme enfado con el que la colaboradora apareció en El Salón de Té, donde, papeles en mano, se revolvió sin titubear contra Mediaset España en general y Ana Rosa Quintana en particular.

Carrillo dijo en el podcast que "no siempre" había conseguido "caer de pie", y su despido de Telecinco fue un claro ejemplo de ello. De la noche a la mañana, su puesto de trabajo se esfumó sin siquiera poder cobrar una prestación por desempleo. De esos tropiezos, Carrillo "se levanta y sigue adelante", pero con el aprendizaje derivado de esas situaciones: "La mano que te da de comer te tiene ahí porque le das audiencia, porque les sacas las cosas adelante".

"Entonces, yo sé también lo que doy y, cuando no me están valorando, me quejo", continuó explicando ante la reflexión de Nagore Robles, donde dejaba claro que se suele hacer "la vista gorda" con algunos comportamientos "cuando trabajas" en alguna compañía.

Además, Alba entonó una especie de critica a la cultura de agradecimiento en la televisión, señalando que es común que se espere cierta lealtad a las oportunidades laborales: "Yo he venido a mi curro, he hecho un servicio, tú me has dado una nómina o lo que sea, y me voy a mi casa. No te tengo que agradecer nada".

"Y como no tengas un poco de carácter... Con carácter se te comen, imagínate sin carácter. Yo me comeré lo que me haga falta, pero porque yo quiera, no porque me obliguen", continuó explicando en La casa de mi vecina. En este sentido, Carrillo confirmó que esas mujeres con carácter fuerte "le encantan", piensen como piensen.

Su trabajo en RTVE y la premonición que sintió Alba Carrillo

"¿Qué hay de cierto en que cada ruptura te has sacado una carrera?", preguntó Nagore Robles, señalando además que su interlocutora es "una tía culta, válida, trabajadora y rápida". Entonces, la presentadora planteó la cuestión de cómo alguien con esas aptitudes "está en una televisión pública".

Al instante, Alba se mostró feliz confirmando lo "bien" que se siente en su nuevo horizonte profesional: "Yo tenía un presentimiento que dependiendo del Gobierno que saliera, yo iba a volver a la televisión o no. Por eso apoyé a que todo el mundo fuera a votar y ahora opino más públicamente de política".

Una vez más, Alba Carrillo compareció en un podcast para demostrar no tener miedo a exponer sus pensamientos y defender sus decisiones. Con el carácter fuerte y la visión crítica que tanto le caracteriza, la colaboradora hizo una declaración de intenciones respecto a su compromiso con la libertad de expresión y la pluralidad; no sin volver a reafirmarse como una de las figuras más mediáticas del panorama.