Hace ahora un año, una empresa belga anunciaba la implantación, de forma voluntaria, de un microchip bajo la piel que funciona como una especie de llave que permitía tanto abrir puertas, como funcionar en forma de clave para, entre otras opciones, encender el ordenador. Muchos vieron en este invento centrado en la nanotecnología, como mínimo, un intento claro de control y fiscalización de los empleados.

Al margen de polémicas, el desarrollo de este tipo de tecnología también está teniendo una aplicación destacada y, en muchos casos, real en los campos de la salud y la medicina.

Aquí hay que situar la llamada e-skin que han preparado investigadores de la Universidad de Colorado Boulder, en EEUU. Tal y como subrayan en un artículo, esta piel electrónica es “maleable, autorreparable y totalmente reciclable”, y ante ella se abre un amplio espectro de usos en diferentes sectores como el de la biomedicina. 

Tal y como se puede observar en la imágenes publicadas por este centro universitario, la denominada e-skin está fabricada en un material de escaso grosor y translúcido, muy parecido a la piel humana y que, incluso, según destacan, “puede imitar” sus funciones y “propiedades”.

Nuevas características

Hay que decir que el desarrollo que llevan a cabo los investigadores de la Universidad de Colorado se diferencia de la que se elabora en otros laboratorios desde hace más de un lustro en que, según el profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, Jianliang Xiao, cuenta con sensores integrados. A través de ellos, puede medir diferentes funciones.

No obstante, una de sus características más novedosas es que puede reutilizarse, es decir, se trata de una piel electrónica "totalmente reciclable a temperatura ambiente", indicó Xiao, añadiendo que, "teniendo en cuenta los millones de toneladas de residuos electrónicos generados en todo el mundo cada año”, esto le otorga un gran sentido "económico y ambiental", puesto que significa una reducción considerable de costes de fabricación.

Muchos estarán preguntándose qué usos se pueden dar a este tipo de piel. Lo cierto es que no se trata de un material para ser implantado en una persona, sino en el recubrimiento de los robots. Esta sería una de sus utilidades.

Precisamente, a modo de explicación, otro de los participantes en la investigación, Wei Zhang, aseguró que si se habla de un “robot para cuidar a un bebé”, con sólo integrar la e-skin en sus dedos, a través de estos podrá determinar, por ejemplo, qué temperatura tiene el pequeño. “La idea es tratar de imitar la piel biológica con e-skin con esas funciones deseadas”, tales como medición de la presión y la vibración, además de la temperatura y las corrientes o flujos de aire.

Interacciones seguras humanos-máquinas

Alguna revista científica como Science Advances se ha hecho eco ya de la investigación, que además ha concluido como otra de las peculiaridades de esta piel electrónica su maleabilidad, lo que propicia su perfecta y fácil adaptación a las zonas curvas en las extremidades de los humanoides.

Con seguridad, si estás leyendo esta información, te preguntarás hasta qué punto puede ser seguro que un robot, siguiendo con el ejemplo, se encargue del cuidado de un bebé. Uno de los ingenieros que la ha desarrollado señala con rotundidad que este tipo de piel podría dar lugar a interacciones realmente seguras entre humanos y máquinas.

Para no restar a la investigación ni un ápice de argumento de película de ciencia ficción, la e-skin de la Universidad de Colorado Boulder tiene la facultad de autocurarse cuando se daña.

Sin duda alguna, a pesar de que todavía quedará un tiempo para que veamos la aplicación real de esta piel electrónica, parece evidente que el avance es enorme. Si dejamos a un lado las implicaciones más morbosas que adquieren la forma de robots, su uso en prótesis para personas puede ser más que importante.

Es en este campo donde, en los últimos años, más se ha avanzado en el uso de la tecnología, logrando incluso que un joven tetrapléjico tras un accidente ocurrido mientras buceaba haya podido coger objetos con sus manos.