"'Merichane'" era el nombre con el que se conocía a 'la puta del pueblo'. Ese fue mi apodo en el colegio. Tenía 12 años". Es el mensaje con el que Zahara culmina 'Merichane', el single con el que adelanta su próximo disco.  

La cantante presentaba a mediados de enero la canción con un comunicado en las redes sociales: "Merichane soy yo y Merichane somos todas mis historias. He querido contar lo que viví tal y como fue para mí. Llegar a hacerlo no ha sido fácil. He tenido que aceptar y asumir que aquellas historias que viví sucedieron de verdad, pero que el mantenerlas escondidas no solo no me hacía sentir mejor sino que protegía a las personas que me habían hecho daño. Por eso ahora, en este momento en el que me he visto con fuerza para hacerlo, he decidido compartirlas", escribía.

A lo largo de 'Merichane', Zahara realiza un viaje por su lado más oscuro, donde habla de sus problemas con la alimentación, la historia de los hombres que la han agredido, la ansiedad e, incluso, critica a las discográficas. Al mensaje le acompaña la música, cargada de sintetizadores ochenteros que avivan la angustia que relata la cantante.

Además, durante el videoclip, dirigido por Guillermo Guerrero, refuerza la idea al mostrar un relato en el que Zahara se encuentra rodeada de hombres a la vez que realiza una confesión de los aspectos más sombríos de su vida.

"Cuando planteé el video tenía claro que las imágenes no podían ser tan explícitas como la letra pero tampoco podían despistar de lo verdaderamente importante, que era el mensaje", cuenta Guillermo Guerrero a ElPlural.com. "Por eso Zahara aparece prácticamente todo el video rodeada de hombres, para generar una sensación de agobio y claustrofobia. El video aporta simbolismo y añade alguna capa nueva a todo lo que Zahara cuenta pero mi objetivo final crear un estado de ánimo que acompañase el tema, nunca estar por encima", añade.

Guerrero afirma que dividiría el poder en dos partes diferenciadas: la localización real en el palacete/túnel y la acción en el limbo negro. "Mi idea era mostrar lo primero como lo más real y lo segundo como una percepción del personaje de Zahara", explica. "Así, mientras vemos por ejemplo cómo Zahara camina por un pasillo estrecho o es rodeada por el grupo de hombres, en paralelo la vemos dentro de una caja de cristal, protegida por una coraza. Con el paso a blanco y negro quería potenciar la estrofa más dura, donde mostramos por primera vez la violencia algo más explícita. Los hombres se abalanzan sobre ella, rompen su coraza, y empiezan a zarandearla pero ella, en su percepción, cree estar defendiéndose con esa coreografía empedradora", concluye.

Estas confesiones no han venido solas. Son cientos las personas que han aprovechado el "yo estaba ahí" que se repite constantemente en las diferentes estrofas de la canción para contar experiencias que nunca habían contado siguendo el ejemplo de Zahara.

"Yo estaba ahí, delante de mi portal, mientras un extraño abusaba de mi cuerpo helado" o "yo estaba ahí, con las llaves en la mano, acelerando el paso fingiendo que hablaba con mi hermano. Yo estaba ahí dejándome hacer con tal de que acabase de una vez..." son alguno de los mensajes que se han compartido en las redes sociales estas semanas especialmente entre mujeres contando experiencias de machismos y abusos sexuales.