El paso de un sistema de bajas presiones sigue marcando el tiempo esta semana en buena parte del país. Desde este miércoles, España está sumida en un episodio de inestabilidad que se prolongará, al menos, hasta el viernes. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este jueves continuará el ambiente revuelto en el norte, el este peninsular y las Islas Baleares, con cielos cubiertos, chubascos, tormentas y un acusado descenso térmico que en algunos puntos será de hasta 10 grados respecto a los valores normales para estas fechas.
Las precipitaciones podrán ser localmente intensas y venir acompañadas de granizo, especialmente en Baleares, el interior del sureste peninsular y la fachada mediterránea. Además, la Aemet ha activado avisos meteorológicos en 16 provincias, cinco de ellas en nivel naranja por lluvias torrenciales, tormentas fuertes o fuerte oleaje.
En concreto, Barcelona, Tarragona, Cuenca y Albacete están bajo aviso importante por precipitaciones intensas y tormentas, mientras que Ibiza y Formentera comparten este nivel de riesgo por oleaje, lluvias y tormentas. A estos avisos se suman también Alicante, Castellón, Valencia, Murcia, Girona, Mallorca, Almería y Granada, donde el riesgo es algo menor, aunque no por ello despreciable.
Por otro lado, se prevé fuerte oleaje en zonas de Alicante, Murcia, Girona, Mallorca y Menorca. En cuanto al viento, Canarias también se verá afectada, con rachas que podrán alcanzar los 80 km/h en islas como Gran Canaria, Lanzarote, Tenerife, La Palma, El Hierro o La Gomera.
Ambiente más propio de primavera
Uno de los datos más destacados del episodio es el desplome de las temperaturas. El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha indicado que en algunas zonas del interior norte como León, Burgos o Vitoria, se bajará durante la madrugada hasta los 10 o 12 grados, y durante el día será difícil que se superen los 25. En general, los termómetros marcarán entre 5 y 10 grados por debajo de lo habitual para un mes de julio, lo que hará que el ambiente recuerde más a finales de primavera que al verano pleno.
No obstante, no todas las regiones se librarán del calor. En el suroeste peninsular, concretamente en zonas del Guadalquivir, se podrían alcanzar los 38 grados. También en el archipiélago canario, aunque sin excesos térmicos, se mantendrán las temperaturas estables, con mínimas suaves.
El viento será otro de los protagonistas de la jornada. Se espera que sople moderado de levante en Alborán y del norte en las Baleares, así como en el este y en la mitad norte peninsular. En otras zonas predominarán los vientos flojos, aunque con componente este. Además, se prevé cierzo moderado en el valle del Ebro y rachas fuertes en el litoral del Ampurdán, sureste peninsular y costa gallega atlántica. En Canarias persistirá el alisio, que soplará con fuerza y podría dejar rachas muy intensas. En cuanto a otros fenómenos atmosféricos, se esperan bancos de niebla matinales en el norte peninsular y calima ligera en Melilla y Baleares.
Mejora progresiva a partir del viernes
La Aemet señala que el viernes se empezará a notar una mejoría progresiva con el alejamiento del sistema de bajas presiones. Sin embargo, todavía persistirá cierta inestabilidad en el área mediterránea y Baleares, sobre todo durante la madrugada y las primeras horas del día. También se esperan lluvias débiles en el Cantábrico, mientras que en el resto del país predominará el tiempo más estable.
Las temperaturas comenzarán a recuperarse por el norte y el este, aunque seguirá haciendo fresco para la época. Ciudades como Cuenca, León o Teruel bajarán hasta los 8 grados durante la madrugada, y en el norte apenas se superarán los 24 grados en ciudades como Logroño, Pamplona o Lugo. Por el contrario, el calor ganará protagonismo en el Guadalquivir, donde se espera superar los 36 grados.
Fin de semana con más calor
A partir del sábado, el tiempo tenderá a estabilizarse en casi toda España. Las lluvias quedarán restringidas al extremo norte y, de forma muy puntual, a Baleares. Los termómetros subirán con fuerza, especialmente en el sur y suroeste peninsular, donde se podrán alcanzar los 38 grados, y el domingo los 35 serán superados en buena parte del centro y noreste del país.
Todo apunta a que esta tendencia al alza continuará en los primeros días de la próxima semana, dejando atrás este paréntesis atípico de tormentas y fresco veraniego.