Cerca de dos centenares de personas se han manifestado este domingo en las calles de Parla para reclamar una seguridad operativa frente a la oleada de robos que sufre el municipio desde hace un mes en todo tipo de establecimientos. Los manifestantes han demandado un refuerzo en la seguridad ciudadana con más patrullas policiales que vigilen la zona para evitar que continúen los hurtos nocturnos que han tenido lugar en distintos comercios de la ciudad. Algunas madrugadas han llegado a coincidir hasta tres asaltos simultáneos, ascendiendo la cifra a doce robos durante el último mes.

La manifestación, que ha comenzado a las 12:00 horas en la Plaza de la Guardia Civil y ha recorrido todo el centro del municipio, no ha sido convocada ninguna organización concreta, sino por un grupo de comerciantes anónimos del municipio. Los vecinos de Parla se han sumado a la protesta al grito de lemas como “menos robos, más seguridad” o “los comercios de Parla no podemos más”, que también han llevado pintados en carteles durante su marcha.

Los responsables de las tiendas han explicado que los robos se realizan con el método del “alcantarillazo”, que consiste en romper las puertas y las lunas de los escaparates con tapas de las alcantarillas para poder acceder al establecimiento. Una de las manifestantes dueña de una peluquería del municipio, ha declarado que “reventaron los cristales” de su establecimiento utilizando un trozo de alcantarilla hace dos semanas.

Los comerciantes, desesperados

El miedo a que sus comercios sean asaltados ha hecho que los dueños y trabajadores lleguen a señalar con carteles que las cajas de sus tiendas están vacías. "Es para intentar evitar que vuelvan a entrar después de dos veces en una semana", ha explicado durante la protesta otra dueña de un establecimiento víctima de ladrones.

Fernando Muga, presidente de la Asociación de Comercios y Autónomos de Parla (ACAP) también presente en la manifestación, ha asegurado que el “modus operandi” de los ladrones siempre es el mismo: “Cogen una calle y la desvalijan”. Esto se traduce en grandes pérdidas económicas y daños materiales en los establecimientos del municipio. Según fuentes policiales, las cantidades de dinero que se ha sustraído de las cajas registradoras de los comercios normalmente oscilan entre los 100 y 300 euros, mientras que los objetos robados pueden ir desde televisores o botellas de alcohol hasta caros productos de belleza. Además, gran cantidad de escaparates han aparecido total o parcialmente rotos y los cierres de las puertas, forzados.

Una oleada de robos nocturnos que no cesa

Los comerciantes y vecinos de Parla llevan denunciando la situación en la que se encuentran desde hace varios meses. Sin embargo, ha sido a finales del mes de enero cuando la frecuencia de estos robos se ha intensificado aún más. El pasado 5 de febrero, la cámara de vigilancia de un bar del municipio grabó como un individuo encapuchado rompía el cristal la entrada del establecimiento a las 3:00 de la madrugada para colarse y llevarse la caja registradora.

Actualmente, la serie de robos ya ha ascendido a una docena durante el último mes, lo que ha provocado que los comerciantes no sientan su municipio como un lugar seguro para sus negocios. Los responsables de los establecimientos aseguran que  la existencia de cámaras de vigilancia no es suficiente para frenar esta oleada de robos. Por su parte, la policía ha detenido a dos presuntos implicados en los hurtos nocturnos, pero de momento no se ha facilitado más información.

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