Tiempo ha que que las distintas administraciones, independientemente del color político, ponderan el factor económico en la pandemia de coronavirus para evitar un mayor impacto. Por este motivo, las opiniones y vaticinios de los expertos y los profesionales sanitarios son el mejor pulso para conocer la situación epidemiológica.

De hecho, varios de ellos han demostrado acertar con sus augurios. Desde que acabó el verano, el foco tanto de la opinión pública como de los dirigentes políticos ha sido “salvar la Navidad”.

Sin embargo, ya en este momento los expertos advertían. Es el caso de José Luis Jiménez, profesor de la universidad de Colorado (Estados Unidos) y uno de los grandes expertos mundiales en la transmisión por aerosoles.

A día 20 de noviembre, apuntó que “lo primero es salvarnos a nosotros. Hacer las cosas como siempre porque queremos salvar la Navidad es pan para hoy y pandemia para mañana”.

Jiménez se aventuró a predecir que “si tenemos buenas reuniones el 25 de diciembre, el 25 de enero tenemos un montón de muertos, los hospitales colapsados y un yoyó de confinamientos: nos confinan, bajan los casos, nos relajamos, vuelven a subir los casos y vuelta a los confinamientos. Esto es extraordinariamente destructivo para la salud y para la viabilidad del país”. 

Y así ha sido. La incidencia ya supera los 830 casos por cada 100.000 habitantes y los hospitales amenazan con colapsarse, al tiempo que se baten récords en contagios y decesos.