La Federación Inglesa de fútbol (FA) expedientó al entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, por lucir en diferentes partidos y en ruedas de prensa el lazo amarillo, que representa la petición de libertad de los que califican como "presos políticos". Guardiola ya anunció que, en caso de que su club se lo pidiera, dejaría de utilizar la insignia. Eso sí, señaló que “siempre lo llevaré, aunque sea en el bolsillo”. En este sentido, el director ejecutivo de la FA, Martin Glenn, ha vertido unas polémicas declaraciones

"¿Dónde ponemos el límite? ¿Debemos permitir que alguien lleve un logo de UKIP o uno de ISIS? Para ser honestos y muy claros, el lazo amarillo de Guardiola es una declaración política, es un símbolo de la independencia catalana y puedo decirte que hay muchos españoles, no catalanes, que están muy enfadados por eso", dijo Glenn, a lo que añadió que “no se puede -y no queremos- que en las vestimentas del fútbol haya símbolos políticos. Siempre ha sido así. Con los 'poppies' tuvimos un problema porque por alguna razón alguien de la FIFA pensó que tenían un significado político, pero luchamos mucho para que cambiara esa noción y lo conseguimos. Por eso hemos reescrito el artículo 4 sobre esta cuestión. Los 'poppies' no son un símbolo político, el lazo amarillo sí que lo es".