El juez instructor del caso de Begoña Gómez, Juan Carlos Peinado; y el fiscal del caso han chocado desde el principio. Es más, su señoría ha llegado a emitir una providencia ‘marciana’ en la que acusa al representante del Ministerio Público de preocuparse demasiado por el procedimiento y de haber ido en apelación directa a la Audiencia Provincial en su petición de archivo del caso. Pero, contra todo pronóstico, sí que hay algo en lo que han coincidido ambos: criticar al seudo sindicato denunciante, Manos Limpias, por sus escritos sin pies ni cabeza que han ido inundando el juzgado desde que se abrieron las diligencias.
Como ejemplo de los anterior está el escrito en el que, desde Manos Limpias solicitaron, sin siquiera ser todavía parte del procedimiento porque no habían abonado la fianza de 10.000 euros impuesta por el juez, que se le retirara el pasaporte a Begoña Gómez. Ante la petición, Peinado le contesto a Miguel Bernard: “No ha lugar a pronunciamiento alguno de este juzgado, por cuanto que, además de que la petición de retirada del pasaporte de la denunciada es totalmente infundada e incluso descabellada, como quiera que el denunciante ya puso la notitia criminis en conocimiento de un órgano judicial ejerciendo la acción pública y no tiene la condición de parte procesada, carece de legitimación alguna para interesar la práctica de cualquier tipo”.
Y apostilla el juez diciendo: “Hágase saber a dicho denunciante que los escritos que se presenten a partir de este momento le serán devueltos sin atender a las pretensiones que puedan contener al no ser, como se ha dicho, en tanto cuanto no adquiera, en su caso, tal condición”. Condición, la de acusación popular, que no ha adquirido hasta hace unos días que pagó esos 10.000 euros requeridos.
Sin embargo, inasequibles al desaliento, desde Manos Limpias seguían embarrando el procedimiento. Fue en ese momentos, tras presentar un informe hecho por un supuesto equipo de investigación del seudo sindicato, cuando la Fiscalía, harta de ellos, envió un escrito al juzgado con perlas como que, “sin estar constituido como parte procesal, ha presentado escritos y aportado informe bajo la rúbrica ‘tráfico de influencias desde el palacio de la Moncloa’ que suponen una extralimitación en la condición de mero denunciante, ya que, reiteramos, no es parte en la causa”.
Es en ese momento cuando se produjo el milagro, y juez y fiscal por fin coincidieron en algo, pues el representante del Ministerio Público afirma en su escrito: “Nos mostramos conformes con las dos providencias dictadas por el magistrado (…), resultando efectivamente improcedente y abusivo el hecho de reiterar la presentación de escritos y solicitud de diligencias judiciales sin estar personado en forma, con pretensiones por otro lado, desproporcionadas y carentes de justificación”.
Las acusaciones populares
Sin embargo, ese momento único ya no se podrá volver a producir ya que, finalmente, Manos Limpias sí que ha abonado la fianza de 10.000 euros que le solicitaba el magistrado y ahora son parte del procedimiento como acusación popular junto a Vox, y al Movimiento de Regeneración Política de España. Es decir, tres acusaciones populares de extrema derecha cuyo único objetivo, viendo los escritos de Manos Limpias, es embarrar el procedimiento, alargarlo en el tiempo y hacer el mayor daño posible tanto personal como políticamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Y esto se puede ver con la última perforación aceptada por Peinado, la del radical Movimiento de Regeneración Política de España. Se trata de un colectivo que aboga por la “desaparición de todos los partidos políticos” y que está liderado por el abogado youtuber Aitor Guisasola.
Guisasola, que se presenta en las redes sociales como “un abogado contra la demagogia”, utiliza con asiduidad las redes sociales para descalificar al Gobierno de España y pedir cárcel para Pedro Sánchez. Además, es una de las personas que ha contribuido a potenciar el bulo de que la esposa del presidente, Begoña Gómez, no es una mujer.
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