El último estudio sobre Delitos de Odio titulado “Análisis de casos y sentencias en materia de racismo, xenofobia, LGTBIfobia y otras formas de intolerancia 2018-2022” arroja datos muy preocupantes. ElPlural.com ha hablado con Susana Gisbert, fiscal delegada en esta materia en la Fiscalía Provincial de Valencia. Las cifras dan miedo, pero más miedo da todavía cuando Gisbert alerta que de, el verdadero problema es la infradenuncia, lo que implica que el número de casos en este tipo de deitos es mucho mayor de lo que imaginamos. 

Pregunta: ¿Según su experiencia cuáles son los delitos de odio que más suceden en Valencia los de orientación sexual, origen racial, ideología...?

Respuesta: Sin duda, los más frecuentes, a considerable distancia del resto, son los motivados por LGTBIfobia en sus diferentes formas (homogobia, transfobia, lesbofobia), y por la xenofobia entendida en sentido amplio, que comprendería otras causas como racismo, islamofobia, discriminación por religión o por origen nacional. Si bien en años anteriores era la homofobia la que más crecía, ahora es la xenofobia entendida en el sentido dicho la que encabeza este penoso ranking, si bien seguida de cerca por la homofobia. El resto de motivos de discriminación se encuentran a considerable distancia de estos dos, al menos en cuanto a denuncias.

P: ¿Cómo suelen llegar a sus manos, me refiero a las personas que denuncian, son las víctimas, asociaciones, la propia fiscalía o quién?

R: Hay diversos modos y, aunque es muy frecuente que sean las asociaciones quienes denuncian por si mismas o acompañan a las víctimas a hacerlo, tampoco es despreciable el número de víctimas que acuden a Fiscalía a denunciar por sí mismas. También hay casos donde, dada la trascendencia pública de los hechos, es la Fiscalía la que actúa de oficio. A pesar de todo esto, el verdadero problema de los delitos de odio sigue siendo la infradenuncia. Aunque poco a poco se aumentan las denuncias y disminuye la invisibilidad de estos delitos, todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido

Relacionado La extrema derecha inicia una 'cacería' contra los fiscales de delitos de odio


P: En la memoria del año pasado se alertaba de un incremento de los delitos por homofobia. ¿En Valencia hay muchos?

R: Sí, como he dicho antes, son uno de los dos motivos de discriminación y odio más frecuentes. Resulta inconcebible que en los tiempos en los que estamos, en una sociedad avanzada y democrática, esto siga ocurriendo, pero es así, desafortunadamente.

P: ¿En este tipo de delitos, y bajo su experiencia, hay más insultos verbales o está viendo algún tipo de incremento de las agresiones físicas?

R: Es cierto que las ofensas verbales son las más frecuentes, pero también hay un número considerable de agresiones físicas, que no disminuye sino que incluso tiende a aumentar cada año.

P: El último estudio sobre este tipo de deitos afirma que la mayoría de los investigados son hombres y españoles, ¿se cumple esa máxima en valencia?

R: Desde luego. Es absolutamente anecdótica la cifra de mujeres investigadas por estos delitos. En cuanto a si se trata de españoles extranjeros, los nacionales de nuestro país son mayoría abrumadora, aunque también hay autores de otras procedencias, incluso en casos de racismo y xenofobia, por paradójico que parezca.

P: Hablemos sobre las víctimas. ¿Son más hombres que mujeres? ¿Más extranjeros que españoles? ¿Qué países son los que más víctimas acumulan?

R: En cuanto a las víctimas, hay tanto hombres como mujeres. Por lo que respecta al origen nacional, y teniendo en cuenta que una de las causas más frecuentes es la xenofobia, resulta lógico que las personas extranjeras constituyan un importante porcentaje de las víctimas de estos delitos. No obstante, es difícil responder a la procedencia concreta de quienes padecen estos delitos porque se combinan con otros factores como el color de la piel o la religión.

P: También dice ese informe que la mayoría, en un 70% de los casos, los acusados actúan de forma individual, ¿es así en Valencia?

R: En este caso, también coincide mi apreciación con las conclusiones del estudio. Quitando el caso de agresiones puntuales en grupo o actuaciones por razones de ideología, la regla general es la de actuación individual.

Relacionado Denuncian por delitos de odio al concejal del PP que comparó a migrantes con animales


P: Dice el informe del cgpj que la vía pública es el lugar donde más ocurren este tipo de delitos, ¿pero son las redes sociales un coladero para este tipo de delitos?

R: Podemos distinguir dos tipos de delitos. De un lado, los que se cometen por medio de la palabra y constituyen lo que se ha dado en llamar “discurso de odio”, en el que las redes sociales son el espacio natural y el vehículo de difusión, con efectos, además, multiplicadores. De otro, los que implican una acción directa contra la víctima, sea mediante agresiones físicas o verbales, en cuyo caso es la vía pública el escenario más común.

P: ¿Se consiguen muchas condenas?

R: La verdad es que el índice de condenas en enormemente satisfactorio. Me atrevería a decir que supera al porcentaje de la mayoría de delitos. (85% en audiencias provinciales y 70% en Penal).

P: La media de la pena impuesta es de 1 año y 1 mes. La gente piensa que son penas bajas. ¿Podría explicarnos el motivo? ¿Podría ser uno de esos motivos las conformidades?

R: Hay que hacer un matiz, dado que esa media hace referencia a la pena de prisión, pero todas las condenas por delito de odio van acompañadas de una pena de inhabilitación para profesiones docentes o relacionadas con menores que es, como mínimo, de 3 años y 6 meses, lo cual no es poca cosa, y tal vez mucho más efectiva que una pena de prisión que, en la mayoría de los casos, es susceptible de suspensión.

P: Pero esa media parece baja.

R: En cuanto a esa media de 1 año y 1 mes responde, de una parte, a la horquilla de posible pena de los delitos de esta índole, que abarca desde los 6 meses a los 4 años, a la circunstancia de que suelen ser delincuentes carentes de antecedentes penales y a la incidencia de la conformidad. Además hay que aclarar que alguno de los delitos que perseguimos, como la denegación de una prestación por causa de discriminación, no tiene prevista pena privativa de libertad. También hay que señalar que en todos los casos se está pidiendo por parte de la Fiscalía, y acordando por los tribunales, como requisito para la suspensión de la pena, el sometimiento a un curso de igualdad, algo que puede tener efectos muy positivos