El Pequeño Nicolás, alias de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, ha regresado en los últimos días a la Audiencia Provincial de Madrid tras el comienzo de la segunda vista oral por la presunta falsificación de su DNI para que un amigo se presentara en su nombre al examen de Selectividad, aunque sin haber concluido otro de los juicios en los que está inverso, el de por hacerse pasar por emisario del rey. El pequeño Nicolás ha pasado a la historia por haberse colado en los lugares más variopintos y haber conseguido hacerse pasar por amistades y representantes de importantes personalidades.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, de 27 años, es hijo de una familia de clase media, de padre repartidor y madre auxiliar administrativa, y antes de cumplir los 20 años y sin terminar la carrera universitaria de Derecho en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), consiguió codearse con las grandes esperas del país. Compartió un panel académico con el expresidente del gobierno José María Aznar y fue uno de los 2.000 invitados a la proclamación de Felipe VI como rey.

De esta forma, consiguió desarrollar una doble vida mientras realizaba sus estudios. Al tiempo que estudiaba Derecho, Gómez Iglesias se hacia pasar por una persona con importantes contactos políticos y empresariales, llegando a afirmar que trabajó en el CNI, con la Casa Real y con la vicepresidencia del Gobierno.

Las maniobras del Pequeño Nicolás

Hasta que en 2014 fue detenido, Francisco Nicolás asistió a numerosas reuniones con políticos, grandes empresarios y altos cargos, alquilaba coches de lujo con chofer para dar muestra de su alto standing e, incluso, llevó en alguna ocasión escolta.

Se reunió en varias ocasiones con el fundador de Manos Limpias, se presentó como representante de la Casa Real o de Soraya Sáenz de Santamaría. También presumió de negociar sobre Eurovegas en una finca de Aguirre, llegó a cambiar un falso informe del CNI presentándose como un representante del Centro y asistió a una comida en Ribadeo con el presidente de Alsa, con quien había programado una reunión en el Club Náutico tras haberse presentado como emisor del rey.

En 2015 anunció que sería candidato al Senado en las elecciones generales de ese año, aunque finalmente no se presentó. Y en 2016 fue participante del reality de Telecinco ‘Gran Hermano VIP’, por el que recibió unos 228.500 euros brutos, 2.200 euros diarios.

El fin de su andadura

El Pequeño Nicolás terminó con su andadura entre las altas esferas en 2014, cuando fue detenido porque la Policía recibió denuncias de Moncloa y del CNI advirtiendo de que se estaba atribuyendo funciones con esas instituciones “manifiestamente falsas”. Ha sido acusado de falsedad documental, estafa en grado de tentativa y usurpación de funciones públicas y estado civil, además de ser imputado por revelación de secretos, cohecho impropio, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias.

En 2019 volvió a ser detenido en Madrid después de supuestamente pegar e intentar apuñalar a un camarero de un restaurante. Ocurrió una vez fue expulsado del restaurante junto a otro amigo por haber increpado a una de las camareras.