Imagínese que decide apostar a lo grande y gana, nada más y nada menos que 2,77 millones de euros. Pero tras la euforia inicial, la casa de apuestas le dice que no tuvo usted buena suerte y que todo se debió a un error informático. Eso fue lo que le sucedió a un vigués que lleva cinco años de pleitos con la operadora Cirsa. En 2017, la Audiencia de Pontevedra le dio la razón al jugador, pero el caso está ahora en el Tribunal Supremo, que ha admitido el recurso de casación de la sociedad.

Lo que alegó la empresa

Todo ocurrió en mayo de 2014, cuando el hombre hizo, a lo largo de cuatro días, 78 apuestas con Sportium. de la operadora Cirsa, relacionadas con el número de goles marcados en cada encuentro de fútbol de ligas europeas. Y ganó un premio de 2,77 millones de euros. La empresa anuló unilateralmente todas las apuestas celebradas en las últimas tres horas tras alegar que se había producido un error informático y que el cliente, que es un jugador experto, se había aprovechado. Además, que el propio contrato le permitía anular las apuestas.

Un juez le dio la razón a la casa de juegos

El juez de Primera Instancia número 9 de Vigo dio la razón a Cirsa, al entender que hubo una equivocación en el cálculo de probabilidades del número de goles a marcar por cada partido,  y que esto determinaría la pérdida de aletoriedad del contrato. A su juicio, el jugador conocía la equivocación y fue a apostar convendido de que iba a ganar y obtuvo un premio "notoriamente desproporcionado" con el coeficiente de probabilidad errado y tras correr un riesgo menor, según informa La Voz de Galicia.

La Audiencia de Pontevedra avaló al jugador

El cliente no se conformó con la sentencia y la recurrió ante la Audiencia de Pontevedra porque entendía que la cláusula del contrato que amparó la anulación del contrato es abusiva. El tribunal dio la razón al jugador porque consideró que las cláusulas eran muy generales e indiscriminadas y no había reciprocidad entre la casa de apuestas y el cliente, ya que la empresa no tenía en cuenta los posibles errores que pudiesen cometer los apostantes, los cuales no podían anularlas si se equivocaban en sus cálculos.

La Audiencia señaló el hecho de que uno de los encuentros acertados fuese de 0-0 no era seguro, sino que solo había una probabilidad del 10%, y entendió que la alegación de que el cliente era un experto jugador no era motivo de error de consentimiento pues la equivocación vino del propio empresario, que tiene sofisticados instrumentos técnicos para no fallar en sus cálculos.

En esta sentencia se subrayaba que la casa ya había detectado el problema desde el mes de enero y que el 2 de mayo el error era más que conocido, pero no se hizo nada hasta que se habían celebrado muchos partidos y ya sabía que un cliente había acertado.La sala condenó a Cirsa Digital a abonar 2,77 millones con intereses

 Según datos del citado diario, Cirsa cuenta con 148 casinos, 187 salones de juego, 70 bingos y 107 casinos electrónicos, entre España y Latinoamérica, y prevé abrir pronto otro en Vigo. Con el negocio de las apuestas, la compañía ingresa 1.469 millones de euros al año por explotación.