El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha emitido un auto de apertura de juicio oral contra la filial de Iberdrola, Iberdrola Generación España, así como contra cuatro de sus directivos por, presuntamente, manipular el precio de la luz. Los cuatro directivos a los que Moreno sentará en el banquillo son Javier Paradinas Zorrilla, responsable de Mercados a Corto Plazo y Generación Global; Ángel Chiarri Toscano, director de Gestión de la Energía; José Luis Rapún Jiménez, responsable de Gestión de Activos y Gregorio Relaño Cobián, responsable de Optimización.

Para garantizar el pago de las multa, así como de las resposabilidades civiles que se puedan derivar, tal y como adelanta El confidencial, el magistrado impone una fianza de 192,3 millones de euros a Iberdrola, y otra de 107,5 millones a cada uno de los directivos. 

En este procedimiento, donde Facua es acusación, la entidad de los consumidores ha anunciado que soicita una pena de tres años de prisión para cada uno de los directivos, y una multa de 107,5 millones, el quintuple de los beneficios que obtuvo. Por su parte, la Fiscalía Anticorrupción pide dos años de cárcel para cada directivo y una multa de 84,9 millones de euros para Iberdrola Generación España.

En su auto, Ismael Moreno explica que, "Iberdrola, con la finalidad de provocar una subida del precio de la energía eléctrica y perjudicar a los consumidores, ideó y puso en funcionamiento un sistema para incrementar el precio de la energía que vendía, más allá del que debiera resultar de la libre concurrencia de la oferta y la demanda".

Y, el juez, apostilla que, "para conseguir ese mayor precio en el mercado eléctrico, a partir del 30 de noviembre de 2013 y hasta el 23 de diciembre de 2013 aumentó, sin causa legítima que lo justificara, el precio en las ofertas de energía eléctrica correspondiente a sus centrales hidráulicas de Duero, Sil y Tajo, a un nivel por encima del precio de mercado diario que impedía casar las operaciones, a pesar del incremento que experimentaban en esos días los precios de la energía eléctrica en el mercado de contado, que la situaban ante un coste óptimo de oportunidad. Esta situación determinó la retirada de programación de las centrales referidas, esto es, dejaron de producir energía"