El polémico magistrado Manuel García-Castellón sigue con su particular y personal lucha contra varios dirigentes independentistas como son el expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont, o la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Al escrito enviado al Supremo pidiendo que se investigue a Puigdemont, se suma ahora el envío de una comisión rogatoria a Suiza en el que pide que la policía helvética localice a Rovira, así como acceso a la cuenta del CIM Banque Privée de la política catalana, ya que afirma que Marta Rovira sería el cerebro detrás de la financiación en el caso de Tsunami Democràtic. Sin embargo, en 2020, las autoridades suizas ya se negaron a ofrecer esta información.

Sin embargo, García-Castellón utiliza la imputación por delitos de terrorismo para tratar de que desde Suiza ahora sí le envíen los datos que quiere. En su escrito afirma: "La Confederación Helvética (Suiza) firmó el Convenio del Consejo de Europa para la prevención del terrorismo el 11/09/2012, fue ratificado por este país el 25/03/2021, y entró en vigor el 1/07/2021, es decir, con posterioridad a la emisión de la anterior Comisión Rogatoria Internacional".

Para justificar su petición, el juez expone en su comisión rogatoria que Tsunami "fue una organización estructurada, jerarquizada y con vocación de permanencia, integrada por varias personas con roles diversos que extendían su ámbito de actuación en parcelas determinadas y con otras personas a su cargo, cuya finalidad esencial era subvertir el orden constitucional, desestabilizar económica y políticamente el Estado, y alterar gravemente el orden público mediante la movilización social masiva".

Para el instructor, la finalidad de Tsunami Democràtic, "como demuestran sus actos, y en concreto, la acción cometida el 14 de octubre de 2019 en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, o en la Autopista AP 7 que une España y Francia, estaba la de desestabilizar gravemente las estructuras fundamentales económicas de España". y añade que "no se puede minimizar el impacto que tuvo para la vida e integridad de las personas, debiendo subrayar que en el marco de esta acción se produjo el fallecimiento de una persona , tal y como recogieron los medios de comunicación en aquel momento".

"Así las cosas, en relación con la calificación de los actos del día 14/10/2019 en el Aeropuerto de El Prat, este Instructor entiende que los indicios recogidos hasta el momento permiten calificar los hechos como actos de terrorismo, en el sentido previsto en el art. 1 Convenio no 196 del Consejo de Europa, en relación el tipo delictivo contemplado en el art. 1 bis del Protocolo al Convenio de Montreal de 1988" apostilla García-Castellón.

Rápida en Twitter

Respecto de Marta Rovira, dice el escrito que "la persona que más rápido retuiteó el primer mensaje de Tsunami, fue Marta Rovira. Tan sólo tardó tres minutos en leer el tuit, retuitearlo, pensar un comentario y transcribirlo (40 palabras, repartidas en 225 caracteres con espacios). Se sospecha, por ello, que pudo estar en la reunión de Ginebra en la que se planificó y organizó la acción de TD".

Entre las motivaciones, se expone una conversación mantenida por Marta Rovira (alias Matagalls) con el investigado Vendrell donde la primera le dice: “Se está reclutando gente para hacer vuestra acción que lo está charlando en la dirección”. Acto seguido, “Matagalls” le reporta que existen ciertos problemas para llevar a término el encargo”, contestándole Vendrell que: “Supongo que, dado que no se ve como una acción peligrosa y/o no tiene el morbo de las urnas, el personal se ha relajado... trato de poner orden, pero al no haber una sensación de mando único, todo el mundo duda de todo. No está siendo fácil, la moral de la tropa está tocada. Pienso que cuando las primeras acciones salgan bien todo el mundo reaccionará, pero cuesta arrancar”.