La fiscal ha dicho este martes en el juicio del doctor Eduardo Vela, el primero por un caso de bebé robado en España, que el caso refleja “la realidad de un fenómeno ocurrido entre los años 60 y 80 en España, el de un tráfico de niños en circunstancias ajenas al marco legal”.

La Audiencia Provincial de Madrid ha dejado así visto para sentencia el juicio en el que la fiscal ha mantenido su petición de once años de prisión para el doctor Eduardo Vela, de 85 años, por el caso de Inés Madrigal, entregada al nacer en 1969 a una mujer que no podía tener hijos, haciéndose constar en la documentación que era la madre biológica.

La fiscal ha destacado que Inés Madrigal sigue buscando a sus padres biológicos, ya que aún no se sabe quiénes son, pues se ocultaron y desaparecieron todos los historiales clínicos, y ha lamentado que el paso del tiempo haya provocado que miles de denuncias hayan sido archivadas y sus casos no puedan ser juzgados.

El abogado de la acusación ejercida por Inés Madrigal ha pedido que el acusado sea condenado a trece años de prisión por haber entregado a la niña supuestamente contra la voluntad de la real madre biológica, mientras que el letrado defensor ha reclamado su absolución por falta de pruebas y prescripción de los delitos por el tiempo transcurrido y ha alegado dilaciones indebidas.

Para la fiscal, el acusado cometió delitos de detención ilegal de una menor de edad, suposición de parto y falsedad documental y ha pedido que además sea condenado a indemnizar a Inés Madrigal en 350.000 euros y que reclame al Registro Civil que rectifique su partida de nacimiento.

Tanto la fiscal como la acusación han pedido que la Audiencia deduzca testimonio para investigar por supuesto falso testimonio en el juicio a Adela Bermejo, la mujer del doctor Vela, por estimar que ha guardado silencio a pesar de que están convencidos de que sabe quiénes son los padres biológicos de Inés Madrigal.

Inés Madrigal atiende a los medios - EFE
Inés Madrigal atiende a los medios - EFE

La historia de Inés

Inés Madrigal nació en junio de 1969 en la clínica San Ramón situada en el paseo de La Habana de Madrid, en la que el ginecólogo Eduardo Vela era director médico, y en el año 2010 empezó a sospechar sobre la realidad de sus orígenes a raíz de las noticias que empezaron a publicar los medios de comunicación, según ha relatado la fiscal.

Ha explicado que Inés Madrigal denunció los hechos al ver que, a pesar de que en el Registro Civil figura como hija biológica de Inés Pérez, una prueba de ADN a la que se sometió tras sus sospechas concluyó que la posibilidad de que esta sea su madre es del cero por ciento.

La fiscal ha mantenido que el doctor Vela entregó a la niña a dicho matrimonio como un regalo y para tener un detalle con un sacerdote ya fallecido, que conocía al acusado y que a su vez quería agradecer a Inés Pérez su labor de apoyo en un convento de monjas de Los Molinos (Madrid).

Ha relatado que, para simular el embarazo, el acusado le dijo a Inés Pérez que tenía que colocarse un cojín y fingir encontrarse mal ante sus vecinos y a los pocos días llamó al matrimonio para decirle que llevaran ropa de bebé a la clínica pues tenían un regalo y una sorpresa para ellos y le dio a la niña en un auténtico “parto simulado”. Sin embargo, el abogado del doctor Vela estima que no se ha acreditado que existiera una red o una trama de robo y tráfico de niños y “mucho menos” que su representado formara parte de esta.

En declaraciones a los periodistas Inés Madrigal ha indicado que espera que tras el juicio se haga “justicia” y se pueda condenar al menos a una persona “por la compraventa de bebés”. Madrigal ha recordado que su caso forma parte de “una trama nacional”, ya que “España es el país donde más robos de bebés se han producido” y, por tanto, donde más afectados hay.