Un martes cualquiera vas al Supremo a unas declaraciones y te encuentras con el auto más marciano del mundo. El magistrado que investiga al fiscal general del estado, Álvaro García Ortiz, no tiene otra cosa que marcarse un “sujétame el cubata” y, en un auto en el que le da la razón a García Ortiz, se descuelga dándole una ‘hostia’ del tamaño de Madrid que nada, y cuando digo nada es nada, tiene que ver con la resolución de su escrito en lo que es un ensañamiento pocas veces visto en la Justicia.

Pero vayamos por partes, el auto de Ángel Hurtado es para decir que acuerda no hacer públicos los anexos de los informes de la UCO tras filtrarse el domicilio personal del fiscal general. Hasta ahí, todo correcto, pero aquí el lidereso de la liga anti fiscal general se nos descuelga con un principio de auto que está hecho, y discúlpeme lector, para abrir informativos y periódicos.

Así que volvemos al principio, a que Hurtado le da la razón a García Ortiz…pero entonces le sale lo de 'sujétame el cubata' y empieza diciendo algo que tiene taaaaaaanto que ver con la resolución del auto como que quien suscribe estas lineas es una monja ursulina, pues el togado dice: “en el caso de la presente Instrucción, es una evidencia que el investigado ha hecho desaparecer pruebas que podrían encontrarse en sus terminales móviles, y, aunque ha dado distintas explicaciones para hacerlo, de haber mostrado algún grado de colaboración con el esclarecimiento de los hechos, bien podía haberlo comunicado antes de llevar a cabo tal desaparición, y no aprovechar para realizarlo el día 16 de octubre de 2024, cuando es notorio que este Tribunal Supremo se declara competente para conocer de la causa, a raíz de auto de 15 de octubre”.

A mí me perdonen, lectores, pero quisiera saber qué carajo tiene que ver el borrado de los mensaje del fiscal general del Estado de sus dispositivos móviles con la cagada del juez de poner en peligro su integridad, y la de policías y periodistas, haciendo públicas sus direcciones. Pero ay omá, no vayamos a asumir la culpa de una cagada épica pudiendo lanzar estiércol al de delante sea este quién sea. Vamos, que aquí Hurtado se ha marcado un Mazón con la DANA en toda regla. Eso sí, nos falta la juez de Catarroja que le coloree la cara y no unos compañeros que le den la razón aunque sea tapándose la nariz.

Pero es más, el todopoderoso magistrado del Supremo, porque no seamos ingenuos que manda más que la leche en verso, dice que el fiscal general del Estado no colaboró. Pues señoría, desde aquí le digo que a lo mejor debería leerse su propio sumario, que ya sé que eso es mucho trabajo, pero más tuvo que leer para aprobar la oposición. Y le digo esto porque el acta de la UCO dice, negrito sobre blanquito, que “desde e inicio de la práctica de la diligencia (entrada y registro en su despacho) se ha contado con la total colaboración tanto del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, como de todo el personal de la Fiscalía General del Estado.

Amigo, hermano, magistrado, que ya sé yo que es una putada no tener pruebas aunque no se tengan dudas…que me lo digan a mí con algún señor del PP valenciano, pero hay que ser consciente de cuándo se pierde una batalla, más siendo juez. Y no le digo la guerra porque soy absolutamente consciente de que le piensa sentar en el banquillo, y le hará dimitir en ese momento, pero cuando le absuelvan yo solo pido que haga usted lo mismo que le va a obligar a hacer a él porque como decimos en Valencia: ‘el diners i el collons, per a les ocacions’

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