La semana pasada Corinna Larsen anunciaba que denunciaría al rey emérito en los tribunales de Londres por amenazas y el acoso que afirmaba sufrir desde 2012 por parte de España para que no revele secretos de Estado. Además, un portavoz de la empresaria alemana añadía que la querella iría también en contra de Felix Sanz Roldán, jefe del Estado Mayor de la Defensa entre 2004 y 2008 y director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) entre 2009 y 2019, por orquestar una “campaña” en su contra e incluso de amenazarla personalmente en Reino Unido.

Asimismo, pese a que la examiga íntima del rey emérito todavía no ha desvelado con qué acudirá a los tribunales londinenses, en abril del año pasado registró una declaración jurada ante notario en Londres para cubrirse las espaldas contra cualquier amenaza –por si le pasara algo- en el que denuncia la “larga campaña” llevada contra ella por el CNI entre abril y junio de 2012. En dicho escrito, señala directamente a Roldán como la persona que presuntamente lideró esa operación y que tenía como objetivo recuperar “documentos sobre negociaciones financieras y empresariales del rey Juan Carlos y otros miembros de la Casa Real”.

Este documento ha sido incorporado –y admitido por el Juzgado de lo Penal 8 de Madrid- por la defensa del comisario jubilado José Manuel Villarejo en la causa que mantiene abierta Sanz Roldán contra él por injurias y calumnias, después de que el policía encarcelado afirmara en junio de 2017, en una entrevista concedida a Salvados, que el entonces director del CNI “amenazó de muerte” a Corinna para recuperar unos documentos que comprometían a Juan Carlos I. Es decir, lo mismo que la examiga íntima del rey emérito va a denunciar en Londres ahora. Dicho juicio se celebrará el próximo 23 de marzo y está previsto que la empresaria alemana declare, por videconferencia, como testigo.

Según afirma Corinna en el escrito, los hechos se remontan a abril de 2012, tras el polémico viaje de Juan Carlos I a Botsuana que acabó con este con la cadera rota y que precipitó su abdicación. “En aquel momento la romántica relación había llegado a su fin […] Tras ese viaje percibí que era una amenaza para la Familia Real”, señala la empresaria alemana. Asimismo, esta afirma que días después de este suceso, agentes del CNI le siguieron en un viaje que hizo a Brasil, y que en mayo de 2012, “el general Roldán organizó una operación encubierta en su hogar y en la oficina de Mónaco”. Una actuación que le fue vendida como para protegerla, pero que asegura que el verdadero propósito era “llevarse las ocho cajas negras con los documentos” que estaban en su poder y que presuntamente comprometían tanto al rey emérito como a otros miembros de la Casa Real.

Sin embargo, según la alemana la operación no fue exitosa, y Larsen consiguió salvar los documentos. No obstante, Roldán no se rindió, y días después se reunió con ella en un hotel de Londres, intimidándola con “amenazas”. Por último, en junio de ese mismo año recibió un correo en el que le intentaron extorsionar mencionando posibles consecuencias a su reputación empresarial si no colaboraba con el CNI.