El Tribunal Supremo ha dado un paso decisivo en la conocida como causa de las mascarillas. La Sala de Apelaciones ha confirmado este miércoles el procesamiento de José Luis Ábalos y de su exasesor Koldo García, al considerar que existen “indicios bastantes de responsabilidad criminal” contra ambos. La decisión despeja el camino hacia el juicio y deja a los investigados sin margen para nuevos recursos.
Con este aval del alto tribunal, el siguiente movimiento judicial será la apertura de juicio oral, un trámite que fuentes jurídicas consideran inminente tras el rechazo de los escritos presentados por las defensas. La resolución del Supremo cierra así la fase de recursos y consolida la investigación dirigida por el instructor.
La causa que sentará en el banquillo al exministro de Transportes y a su antiguo hombre de confianza se centra exclusivamente en los contratos de compra de material sanitario durante la pandemia, y discurre ya de forma independiente a otra investigación de mayor alcance. En esa segunda línea se analizan presuntos amaños en contratos de obra pública del Ministerio de Transportes, un procedimiento en el que figura como investigado el ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
En el sumario de las mascarillas también continúa imputado el empresario Víctor de Aldama, señalado como una de las figuras clave en la intermediación de los contratos bajo sospecha. La separación de ambas causas busca, según fuentes judiciales, agilizar los procedimientos y evitar dilaciones en un caso que ha ido acumulando piezas y derivadas en los últimos meses.
La confirmación del procesamiento por parte del Supremo supone, en la práctica, el punto de no retorno judicial para Ábalos y Koldo García en esta causa concreta. A partir de ahora, será un tribunal el que determine si aquellos contratos firmados en plena emergencia sanitaria constituyeron un delito o si las defensas logran desmontar los indicios que han llevado el caso hasta las puertas del juicio.
