La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha anunciado un simulacro sin precedentes en España para preparar a la población ante una emergencia volcánica. Tenerife es territorio volcánico y aunque no tiene un riesgo inminente de erupción, Dávila ha defendido que "es valiente" estar preparados ante la emergencia. Así las cosas, del 22 al 26 de septiembre se realizará este simulacro total por emergencia volcánica en la isla de Tenerife. Garachico se evacuará al completo, siendo la zona que más atención recibirá. Esta acción está enmarcada en el trabajo que se ha desarrollado desde hace dos años en el plan de seguridad volcánica real de la isla.
Este simulacro no tiene precedentes en España. En él, participarán equipos de emergencia, científicos y todos los municipios, en coordinación, para supervisar la estrategia de riesgo volcánico en la que están implicadas más de 1.000 personas. La primera acción será el jueves 26, a las 9 de la mañana, cuando toda la población recibirá un mensaje de alerta de prueba en el teléfono móvil.
El mensaje en la plataforma ES-Alert anuncia una erupción (simulada) al pasar la isla 'semáforo rojo'. "Es solo una prueba, no hay emergencia", ha destacado Dávila. Una vez se dé la alarma, se iniciará la evacuación de los vecinos del muelle viejo de Garachico y arrancará el simulacro. El objetivo del simulacro no es otro que la población sepa "cómo actuar, por dónde salir, dónde reunirse, qué hacer con las mascotas, a quién ayudar y dónde recibir información".
Garachico, la zona de mayor riesgo volcánico
La elección de Garachico para la evacuación no es casual, ya que el noroeste de la isla, que comprende este municipio más El Tanque, Santiago del Teide y Guía de Isora, es la zona de mayor riesgo volcánico, según las proyecciones de Involcan. Dávila ha insistido en que no hay una situación de erupción inminente, pero valora que la isla esté "preparada para cualquier situación" y tenga "una estrategia común para comunicar a la ciudadanía las medidas a tomar". "No podemos mirar hacia otro lado, esto es lo responsable para que podamos prevenir y estar preparados", ha reflexionado, anunciando un simulacro pionero en España que estará a la altura de los realizados en Hawaii o Sicilia, islas también afectadas por su carácter volcánico.
Dávila ha recordado que se trabaja de la mano de la ciencia para "tener todas las herramientas" de gestión y análisis y así "estar preparados para cualquier episodio eruptivo", poniendo la vida de las personas en el centro de las precauciones.
"Toda la isla tiene que estar preparada"
Por su parte, el vulcanólogo de Involcan Luca D'Auria ha indicado que "toda la isla tiene que estar preparada" porque la vigilancia volcánica "no es una tarea sencilla", tal y como se demostró en La Palma, admitiendo que Tenerife presenta algunas anomalías desde 2016. "Lo que ha ocurrido en los últimos meses está dentro de la normalidad, el sistema está dormido pero se despertará", ha argumentado, matizando que puede ser dentro de un año o dentro de un siglo, en un periodo indeterminado. "Tenerife es una isla activa y antes o después habrá otra erupción, tenemos que estar preparados pero ahora estamos en un periodo de tranquilidad", ha señalado.
D'Auria ha explicado que existen enjambres sísmicos que están relacionados con el sistema hidrotermal de la isla, al no haber evidencia de movimiento de magma en profundidad, por lo que es improbable que la situación varíe a corto plazo. No obstante, tomar precauciones siempre es responsable. El vulcanólogo ha señalado también que el riesgo volcánico en Canarias "está aumentando" debido al desarrollo de infraestructuras y el aumento de la población, que le hace estar más expuesta, y ha recordado que es fundamental el trabajo con la población, que no tiene muy arraigada la percepción del riesgo.
Según las proyecciones estadísticas de Involcan, la probabilidad de una erupción en Tenerife es de casi el 40% en los próximos 50 años y más de un 63% en 100 años.
