Saltaba la noticia a principios de verano de que los Javis, la pareja formada por Javier Ambrossi y Javier Calvo, adquirían una macro casa millonaria con discoteca, piscina, biblioteca y cine en su interior. Abandonan así su mítico piso en la calle Pez, en Malasaña, para trasladarse a Pozuelo de Alarcón.
En declaraciones a los medios, Javier Ambrossi señaló. “Queríamos mudarnos a una vivienda que pareciera una casa de vacaciones, donde siempre fuera verano. Un hogar que nos hiciera sentir que todo nuestro esfuerzo ha valido la pena”. Por su parte, Calvo destacaba: “Esta casa es muy social. Siempre hay gente, siempre hay fiestas, siempre hay alguna lectura de guion…Queríamos un lugar que no solo fuera para nosotros, sino también para nuestra familia y nuestro trabajo. Es también un espacio creativo”.
Sin embargo, pese a la enorme alegría que esto ha supuesto en la vida de los Javis, no todo han sido palabras bonitas hacia ellos. En una conversación durante la grabación de un episodio de ‘Soy una pringada’, el podcast de Esty Quesada, Eduardo Casanova deslizó un sutil comentario que iba dirigido a la pareja. Lo hizo cuando hablaba del “aburguesamiento” al que determinadas personas con reconocimiento social y fama se van abocadas tan pronto su éxito se va incrementando.
En este sentido, Casanova señalaba: “Por eso hay tanto miedo al aburguesamiento, que es algo que tú -Esty Quesada- no has hecho y por eso te admiro”. Sobre su propia situación, se mostró algo más dudoso sobre si él podría caer en ese riesgo pero, directo hacia los Javis, señaló: “Creo que puedo perder la radicalidad en la películas que hago. Intentaré no comprarme una casa muy grande”.
Ahora mismo, la pareja ya disfruta de esta enorme casa con todo tipo de servicios. Cuenta también con un extenso jardín, barbacoa, planta baja con habitaciones para invitados, gimnasio en el sótano. Por su parte, en la primera planta se encuentra el dormitorio de la pareja, un vestidor y una terraza. Una casa que ha sido posible gracias al trabajo de los arquitectos Benjamin Iborra y Raúl Hinajeros.
Sobre su adquisición Javier Calvo señaló que “hacer esta casa ha sido como rodar una película. Cuando realizamos un proyecto siempre nos gusta juntar gente, reunir talento y aprovechamos de distintas visiones para crear algo nuevo. De hecho, como suele pasar cuando tienes una idea y escribes un guion, al sentarnos por primera vez y hacer el primer dibujo, la casa surgió casi tal y como la vemos”.