En estas fechas las referencias a los excesos que se hacen a la hora de comer son continuas. Sin embargo, ingerir más calorías de la que precisamos ya no es sinónimo solo de la Navidad. 

El sobrepeso y la obesidad no han dejado de crecer en los últimos años, también entre los más pequeños. Ni nuestro prestigioso sistema sanitario ni nuestra tan característica dieta mediterránea han conseguido que España quede al margen de un problema que se ha convertido ya en auténtica epidemia en los países industrializados, y supone un auténtico reto de salud pública, que acarrea no solo problemas físicos, sino también psíquicos y sociales.

Los especialistas advierten de que falta consciencia de su gravedad y, en el caso de los niños, de la importancia de modificar los hábitos a tiempo, ya que el problema, que comienza en la infancia, con mucha frecuencia persiste en el tiempo y se prolonga a la edad adulta.

Los niños con sobrepeso y obesidad tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades cardiovasculares, diabetes o síndrome metabólico, patologías que figuran entre las principales causas de muerte en adultos.

Millones de niños obesos

"La mitad de los niños obesos de 2 a 6 años lo serán también en la adolescencia, y si la obesidad no se revierte en esta etapa, las opciones de conseguirlo en la edad adulta son realmente muy reducidas", explica la Dra. Almudena Gutiérrez de Terán, pediatra del Centro de Salud Imperial de Madrid.

Los estudios que hay en marcha en este sentido estiman que en 2025 habrá en el mundo 268 millones de niños de entre 5 y 17 años con sobrepeso; y 91 de ellos serán obesos.

En la actualidad, en España, no hay tratamiento médico alguno para menores de 18 años, solo para las comorbilidades, por lo que la estrategia de tratamiento pasa por la “promoción de hábitos de vida saludables y la mejora de la escasa conciencia de enfermedad que existe en torno a ella”, subraya el Dr. Leandro Soriano, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

El abordaje, por tanto, ha de girar sobre tres ejes fundamentales: el sueño, el ejercicio físico y la nutrición. A estos aspectos hay que añadir, según han evidenciado investigaciones recientes, la regularidad horaria con la que se realizan las distintas actividades.

Estrategia InfaSEN

En eso se basa la estrategia InfaSEN [Sueño, Ejercicio, Nutrición], Infancia con Sentido, que ha desarrollado un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios de los cuatro hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en la Comunidad de Madrid (los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba) y de sus respectivas áreas de referencia de Atención Primaria.

Surge en el contexto de los tres ejes estratégicos comunes de estos centros- trabajar en la prevención y promoción de la salud, optimizar la experiencia del paciente y mejorar la asistencia sanitaria desde la eficiencia- y su objetivo es prevenir no solo la obesidad del presente, sino también la del futuro.

El proyecto incluye la difusión de materiales divulgativos entre profesionales sanitarios, profesores y familias, ya que el trabajo de prevención de la obesidad no solo puede ceñirse a los primeros. Es vital que se desarrolle también en el ámbito familiar y escolar.

Esta información, que ha sido diseñada por dibujantes que también son médicos, se ha dividido por grupos de edades (de 2 a 6 años; de 6 a 12; y de 12 en adelante). Se hará pública próximamente a través de la página web www.quironsalud.es/infasen, y estará disponible para los usuarios del Portal del Paciente, herramienta de comunicación y autogestión de la salud de desarrollo propio de estos cuatro hospitales.

Pero la estrategia InfaSEN incluye también exposiciones, charlas y jornadas divulgativas en otros hospitales, centros de salud y colegios, así como talleres prácticos con juegos y cuentos para los más pequeños en las aulas educativas.

Estrategia InfaSEN

"Es necesario intervenir de forma global en el contexto vital de los niños y su entorno; un camino nada sencillo, pero muy importante, porque estamos convencidos de que trabajando en equipo conseguiremos nuestro objetivo: una infancia y un futuro más sano para nuestros pequeños", subraya la Dra. Leal.

"Siempre a la misma hora, todos los días; está en tus manos”, resume los títulos de cada una de las partes de esta estrategia.

Dormir : siempre a la misma hora

El Proyecto InfaSEN hace especial hincapié en el sueño, un factor ignorado por buena parte de la sociedad, pero de especial relevancia. “Existen ya numerosos estudios que avalan la relación de la obesidad con la alteración del patrón del sueño y con la cronodisrupción”, alerta la Dra. Teresa Gavela Pérez, coordinadora del Proyecto InfaSEN y médico adjunto responsable de la consulta de Obesidad Infantil del Servicio de Pediatría de la FJD.

Por este motivo, las recomendaciones sobre rutinas, patrones y hábitos de sueño por grupos de edades son el primer ámbito de prevención de la estrategia InfaSEN.

“Está demostrado que los niños y adolescentes duermen menos que hace unas décadas fruto de la sociedad de 24 horas que vivimos, los problemas para la conciliación familiar y los aparatos electrónicos, que ‘contaminan’ el descanso y favorecen el sedentarismo", precisa.

"A veces las alteraciones del sueño son causas de obesidad (y no al revés) y, por ello, es fundamental mantener una regularidad tanto en el número de horas que se duermen como en el horario en el que se lleva a cabo", insiste la Dra. Gavela.

"Siempre a la misma hora, todos los días; está en tus manos", resume.

Hacer ejercicio todos los días

Frente a lo que ocurre con el sueño, el papel del ejercicio físico sí está reconocido a nivel social en la prevención de la obesidad, sin embargo, el problema aquí reside en la puesta en práctica.

"La actividad física regular y adecuada a cada grupo de edad, preferiblemente al aire libre y en grupo o familia para hacerla más apetecible, hace que el niño crezca con una estructura ósea y muscular más fuerte, previniendo dolores articulares”, recalca la Dra. Gloria Bermejo, especialista del Servicio de Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz. Pero, además, mejora otros parámetros asociados, como “la interrelación personal, la ansiedad, la depresión, el estrés, la autoestima, el rendimiento escolar y la autogestión de su salud", indica.

Aprender a comer está en tus manos

En lo que respecta a la alimentación, es clave "aprender a comer y adquirir buenos hábitos de nutrición en la primera infancia, para consolidarlos y evitar su abandono con el crecimiento, ante nuevas pautas sociales", puntualiza Elena Amador, DUE del Servicio de Pediatría del mismo hospital.

Sobre este aspecto, la Estrategia InfaSEN incluye un Decálogo de la Alimentación, en el que se dan a conocer recomendaciones básicas y fundamentales para llevar una alimentación saludable, porque "alimentarse bien está en nuestras manos", concluye Amador, dando importancia a la elaboración casera de las comidas y ofreciendo recomendaciones del número de raciones diarias de cada grupo de alimentos, así como de la cantidad de raciones que deben consumirse de cada alimento en función del tamaño de las manos del niño, como método sencillo, práctico y fácilmente entendible y memorizable.