El sistema de las pulseras antimaltrato, monitorizadas desde la Sala Cometa y dependientes de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, sufrió este martes una caída que obligó al Ministerio de Igualdad a activar el protocolo de protección de las víctimas de violencia de género usuarias del dispositivo. Pese al ruido político generado en torno a esta incidencia, no ha habido que lamentar mayores problemáticas.
Fuentes de la Sala Cometa explican a este periódico que se produjo una caída tecnológica del sistema -la UTE a su cargo, compuesta por Vodafone en la parte tecnológica y Securitas Seguridad centrada en la gestión del servicio-, motivo por el que rápidamente se activaron los protocolos de precaución y protección de las víctimas: “No pasó nada porque existen estos protocolos, igual que sucedió en la DANA de Valencia o en el apagón”, precisan en declaraciones a ElPlural.com.
Tras tener constancia de la caída del sistema tecnológico, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en sintonía con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, activaron todas las alarmas, dando el consiguiente aviso a las víctimas usuarias del dispositivo electrónico como la disposición del ‘botón del pánico’ por parte de los servicios de emergencia.
Según precisó este martes Igualdad, el fallo se detectó en un enrutador que distribuye a las diferentes plataformas los mensajes en función del tipo de alerta, de los cuales un 10% generaron incidencias recurrentes que provocaron una sobrecarga del sistema.
La incidencia en cuestión se produjo entre las 04:30 y 17:25 horas de este martes 11 de noviembre; entrada ya la tarde, según precisó la Sala Cometa, se restableció el servicio sin mayores problemáticas. “No hubo ninguna víctima desprotegida en ningún momento”, reiteran estas fuentes en declaraciones a este periódico.
Ana Redondo, “a las riendas” de la situación
Por su parte, la titular de Igualdad, al conocer la caída del sistema, se desplazó personalmente y acompañada de la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez Perza, a la Sala Cometa, considerada “el corazón del proyecto, la sala de máquinas o centro de operaciones”.
“Ana Redondo estuvo a las riendas de todo hasta que se restableció de nuevo el programa, no hubo nada que lamentar por los protocolos existentes, agradecer al ministerio ponerse en primera línea y tirar del carro en plena crisis”, agregan las fuentes del departamento consultado.
Sin quedarse en este punto, la ministra comparecerá, a petición propia, en la Comisión de Seguimiento y Evaluación de los acuerdos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género del Congreso de los Diputados “en los próximos días”, según precisó este martes Igualdad.
De la misma manera, Redondo envió un mensaje dirigido a las mujeres usuarias del sistema: “Ninguna víctima ha estado desprotegida en ningún momento. Los protocolos han funcionado. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han estado garantizando la seguridad de las víctimas, a las que se ha informado de inmediato”, recalcó.
Y desde el plano íntegramente político, esta incidencia fue motivo de disputa este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. En este sentido, el Partido Popular, en voz de su vicesecretario de Educación e Igualdad del PP, Jaime de los Santos, ha vertido sendos reproches contra Redondo, reprochándole que, con ella, "las mujeres no están seguras". La ministra replicó entonces que intentó contactar con él en el momento de crisis, sin obtener respuesta. "Ayer yo le llamé por la tarde para darle todo tipo de información sobre la incidencia tecnológica del sistema Cometa. Quería ofrecerle la información, pensando que usted podía estar preocupado por las víctimas. No me devolvió la llamada. Yo insistí, insistí. Y le envié un Whatsapp ofreciéndome para darle todo tipo de explicaciones con transparencia y con rigor", defendió la ministra.
La Sala Cometa, “pionera” en España y Europa
Bajo el mismo telón de fondo, esta caída del sistema ha sido motivo de atención en Bruselas, donde la Comisión Europea señaló este miércoles que estudiará la situación debido a que buena ejecución del proyecto dependen parte de los fondos de recuperación anticrisis de la Unión Europea, según precisó el comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, aunque desde Igualdad reiteraron que no han recibido “ninguna notificación o petición de informe” al respecto.
Preguntando por este escenario, las fuentes de la Sala Cometa no perciben “ningún problema” en que se vaya a someter a estudio lo sucedido: “Somos pioneras en Europa. Una cosa es el sistema Cometa que se refiere a la protección de las pulseras; pero la recepción de la señal y protección a las víctimas es pionera en Europa, no existe otra sala igual. Es un orgullo”, ensalzan en conversaciones con este medio.
Fue a finales del pasado mes de septiembre cuando las pulseras antimaltrato sufrieron un fallo de mayores características, momento en el que este periódico se desplazó a la Sala Cometa para conocer sus entresijos: Hasta 1.700 veces al día el agresor sobrepasa la distancia de orden de alejamiento que marca el juez sobre la víctima, lo que se traduce en que cerca de 50.000 veces al mes el agresor incumple el perímetro fijado en instancias judiciales. Por esta razón, y por datos como estos, los 165 trabajadores de la sala se encuentran operativos las 24 horas del día durante los 365 días del año.
El sistema nació en 2009 y, actualmente, cuenta con más de 4.500 mujeres protegidas con la pulsera activada, aunque la cobertura se expande a 8.600 personas, contando víctimas y agresores controlados por la Sala Cometa. Un apoyo tecnológico, de alertas, prevención, protección y seguridad respaldado por el Gobierno central, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Autoridad Judicial para dar cobertura a una lacra machista que, desde 2003, ha dejado 1.331 víctimas mortales y, tan sólo en 2025, 36 mujeres asesinadas.
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