Hay cifras y datos que eliminan las hipótesis, las conspiraciones y las mentiras sobre los hechos y colocan sobre la mesa la realidad, sin filtros, tal y como es. El hecho de que 1323 mujeres hayan muerto asesinadas por violencia de género en España desde 2003, cuando se iniciaron los registros, pero que 2025 sea, por el momento, el año con menos víctimas mortales por esta causa, obligan a seguir aunando esfuerzos para frenar la lacra machista pero dibujan cierta esperanza en cuanto a efectividad de protocolos y medidas de protección se refiere. 

Tal y como conocía de cerca este lunes ElPlural.com, la sala Cometa, perteneciente a Securitas, trabaja para que las mujeres víctimas de violencia de género tengan garantizada su seguridad cuando sobre su agresor pesa una orden de alejamiento dictada en sede judicial. A raíz de la polémica surgida en la última semana con los dispositivos de seguimiento del agresor y la víctimas, bautizados como pulseras antimaltrato, por los fallos que se produjeron en la migración de datos entre una compañía y otra en 2023, la sala Cometa ha ofrecido a este periódico lo que no se ve del día a día de sus trabajadores. 

Lo hacen, según defienden, con un claro objetivo: proteger a la víctima. Además, el entramado sobre el que operan, que incluye tanto la recepción de llamadas por parte de las víctimas de violencia, como las alertas cuando se notifica que el agresor ha quebrantado la orden de alejamiento o ha manipulado el dispositivo, e incluso un mero pero esencial acompañamiento moral a la víctima, se sustenta sobre datos que obligan a encender y mantener activadas las alertas. 

Según señalan desde la sala Cometa, actualmente son 1700 veces al día las que el agresor sobrepasa la distancia de alejamiento que marca el juez, es decir, cerca de 50.000 veces al mes el agresor incumple el perímetro fijado en instancias judiciales. Por esta razón, y por datos como estos, los trabajadores de la sala se encuentran operativos las 24 horas del día durante los 365 días del año

El quebrantamiento de la orden, la alerta prioritaria

En esta línea, desde Cometa explican a este periódico que el factor clave sobre el que la sala desarrolla su trabajo es la alerta. Este aviso se notifica cuando se producen situaciones en las que la víctima entra en situación de peligro. Aquellas alertas con prioridad corresponden al momento en el que el agresor sobrepasa la distancia de alejamiento que interpone el juez. Según detallan fuentes de la sala a este periódico, en ese caso se activa inmediatamente el protocolo consistente en los principios de disuasión, actuación y documentación. En primer lugar, se llama a la víctima para recordarle que el seguimiento y la protección por parte de la sala está en funcionamiento; tras ello, se da el aviso a la policía quien, de forma independiente, activa su propio protocolo de actuación; y, por último, se contacta con el agresor, para avisarle de que está en una zona vetada por el juez y la orden de alejamiento y se le ordena salir de ella.

Al margen de esta alerta, que desde Cometa sostiene como la prioritaria, también se notifican avisos en otras circunstancias como cuando el agresor manipula la pulsera o la separa del dispositivo.

Asimismo, pese a contar con asesoría jurídica con dos abogados en la sala, corresponde a la Autoridad Judicial acordar que la medida o pena de prohibición de aproximación impuesta en el procedimiento que se siga por violencia de género o violencia sexual sea controlada por este Sistema Cometa, así como fijar la distancia de alejamiento del agresor sobre la víctima. La Resolución judicial que acuerde que la medida o pena de prohibición de aproximación impuesta sea controlada por el Sistema se comunica a Cometa, con la finalidad de que este centro de control pueda dar de alta en el sistema todos los datos necesarios y proceder a la instalación de los dispositivos.

Por su parte, la colocación del dispositivo al investigado se realiza en sede judicial o en sede policial, una vez que la medida le haya sido notificada y en el plazo acordado por la autoridad judicial. No obstante, la colocación del dispositivo a la víctima tendrá lugar dónde ella decida. A tal fin debe tenerse en cuenta que la Oficina Judicial comunicará la resolución de inmediato y dentro del plazo máximo de 24 horas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; y que en el plazo máximo de 24 horas desde que Cometa reciba la comunicación de la resolución, el personal de la empresa instaladora procederá a la instalación de los dispositivos.

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